Los inicios cinematográficos de Deniz Gamze Ergüven guardan una estrecha semejanza con los de la historietista y directora de cine iraní afincada en París Marjane Satrapi. Ergüven, turca de nacimiento, creció y se educó en Francia y, al igual que Satrapi, ha elegido para su ópera prima un tema relacionado con la situación de la mujer en su país de origen. Los elogios y reconocimientos a Mustang en Cannes, emulando la intrepidez de Persépolis, catapultaron al filme hacia los Óscar, donde acaba de representar a la patria adoptiva de su regidora a pesar de encontrarse hablada completamente en la lengua de Atatürk.
El simbolismo que encierra el contundente título escogido por la cineasta otomana y su coguionista Alice Winocour trasluce cierto paralelismo entre esos caballos salvajes e indomables de América del Norte, que se escapan y se han readaptado a vivir en la naturaleza, caracterizados por su resistencia e inteligencia, y la personalidad de Lale, la más pequeña de cinco hermanas, que protagoniza esta cinta que refleja que en una nación que aspira a formar parte de la Unión Europea todavía se encuentran mentalidades que datan más del siglo XIX que de los tiempos que corren.
Un inocente juego en la playa de las chicas junto a otros compañeros de colegio es tachado de inmoral en su pequeña localidad; el escándalo generado alcanza tales cotas que termina por transformar progresivamente en una prisión el hogar donde estas huérfanas conviven junto a su abuela y su tío. Tras prohibirles ir a la escuela para proseguir con su formación, las instruyen en las labores del hogar y comienzan a concertar sus matrimonios con otras familias de la zona. Su pasión por la libertad y la vida les llevará a encontrar la manera de sortear tan severas imposiciones.
Esta obra supone una valiente denuncia de esas tradiciones trasnochadas que todavía perviven en determinados espacios de una sociedad profundamente machista, un alegato en favor de la educación frente a los prejuicios y la hipocresía que se aferran a costumbres de otros tiempos para coartar las posibilidades de las niñas para crecer, cultivarse, pensar por sí mismas, elegir, ser independientes y convertirse en mujeres del siglo XXI.
Con evidente inspiración en el retrato del puritanismo estadounidense de los 70 que otra realizadora, Sofia Coppola, abordó en la estupenda Las vírgenes suicidas, los ojos y la voz de la benjamina narran, con su aguda e irónica visión preadolescente, las vicisitudes de estas jóvenes inasequibles al desaliento, terminando por construir un discurso sólido que apenas deja entrever la bisoñez de quienes lo han llevado a término. La apertura y el cierre del relato colocan el acento que aporta la clave a la hora de comprender la hondura de lo que se nos está contando: el primer plano, con esas lágrimas premonitorias de la pequeña despidiéndose de su maestra, cuyo significado se completará, cual círculo perfectamente cerrado, al alcanzar ese abrazo último que pone, brillantemente, el punto final a esta historia.
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Mustang
Dirección: Deniz Gamze Ergüven
Guión: Deniz Gamze Ergüven y Alice Winocour
Intérpretes: Günes Sensoy, Doga Zeynep Doguslu, Tugba Sunguroglu
Música: Warren Ellis
Duración: 97 min.
Francia, Alemania, Turquía, Qatar, 2015