De perturbados va la cosa. Hace unos días Hannibal estrenó su segunda temporada con ese fantástico 2x01 "Kaiseki", y ahora la que abre sus puertas de nuevo al público, también con su segunda temporada, es Bates Motel, con un capítulo que se ha titulado muy acertadamente "Gone but not forgotten". La porno-profesora, efectivamente, se ha ido, pero Norman se ve incapaz de olvidarla, y pasa las horas del verano manoseando animales muertos y visitando su tumba. Pero él no es el único personaje del pueblo que está como una cabra, porque aquí cada uno está más perturbado que el anterior y todos tienen que enfrentarse a sus propios demonios. A partir de aquí, spoilers de todo lo sucedido en el episodio, que no ha sido poco:
Bradley ha dejado de ser la chica sin mucho interés que vimos en la primera temporada para convertirse en un personaje que está dando mucho de sí. La muerte de su padre, que estaba metido en los trapicheos de marihuana del pueblo -como casi todos los vecinos, al parecer- la ha desestabilizado por completo, tanto es así que ha pasado de ser la rubia hipster que fue en el pasado a ser, ahora, una rubia suicida que mira los puentes y las pistolas con ansia. Los cuatro meses que ha pasado internada en un centro no parecen haberle aportado mucho. A su salida se ha dedicado a investigar para tratar de descubrir quién había sido el asesino de su padre, y se acabó enterando gracias a Dylan de que la amante de su padre era la profesora muerta, la sexy señorrita (imaginároslo dicho con el tono de esta canción) de Norman. Una señorrita que era, al parecer, novia de un compañero de trabajo de su padre, al que no le sentaron nada bien los cuernos. A Bradley tampoco le ha sentado bien que se cargase a su padre, y por eso ha decidido usar esa pistola para fines más productivos que el suicidio: su asesinato. Bradley está que lo flipa, definitivamente, y fue a seducir al compañero de su padre para meterle una bala entre ceja y ceja cuando él, pobre iluso, creía que la chica le iba a dar una alegría en sus bajos. Si eso no es un cock blocked no sé qué puede serlo.
Hay asesinos del hacha y putas metidas
debajo de cada piedra
Y, cómo no, también tenemos al sheriff Romero (aunque quizá sería más acertado llamarle sheriff Marihuana dado el sitio en el que vive), cuya inteligencia despierta y perspicaz le ha puesto sobre aviso, ligeramente, de Norman Bates. A Romero le intrigó que Norman pasase el verano visitando la tumba de su sexy señorrita y que fuera a verle a la comisaría llevándole fotos de un hombre que la visitaba también, argumentando que él quizá podría ser el asesino. Sin embargo, tras una charla que Romero mantuvo con su madre pareció concluir que simplemente es un chico rarito, no parece que sospeche realmente de él. De hecho, ni siquiera el propio Norman es consciente de que asesinó a la profesora más inapropiada del mundo. Al final Norma va a tener razón y su nene va a ser un angelito, veréis...
Sea ángel o demonio, de lo que no hay duda es de que Norman es leal. Tras asesinar al compañero de su padre, Bradley corrió a casa de Norman y le miró siniestramente entre las tinieblas mientras dormía (lo dicho, aquí todos están como una cabra) hasta que el chico se despertó. Ella, histérica, le recordó las palabras que le había dicho cuando fue a visitarla a su casa y le preguntó si la ayudaría. Se avecina una trama de lo más interesante para la parejita de adolescentes psicópatas.
Esto ha sido, a rasgos generales, el regreso de Bates Motel. No me ha entusiasmado especialmente, y quizá esperaba algo más de él, que diera más de sí, pero indudablemente ha sido un capítulo muy bueno que he disfrutado y que ha servido sobre todo para sentar las bases de las tramas que están por venir y con las que van a jugar durante la temporada. ¿Qué os ha parecido a vosotros?