Revista Comunicación

Crítica del 2x05 "The Escape Artist" de Bates Motel

Publicado el 05 abril 2014 por Dro @Drolope


La segunda temporada de Bates Motel va in crescendo. Tuvo un comienzo que flojeó en muchos aspectos, pero desde la revelación final del 2x03 "Caleb" las tramas no han hecho más que ir despegando progresivamente, pasito a pasito. El capítulo de esta semana, el 2x05 "The Escape Artist", no ha tenido ningún momento ni ninguna escena tan impactante a nivel psicológico como los anteriores, podríamos decir que ha sido un episodio de "transición", pero a pesar de ello ha sido correcto y bastante entretenido. A partir de aquí, análisis del episodio, ¡con spoilers!:
Norma Bates es un personaje que reúne tantas cualidades y matices que para explorar del todo su personalidad necesitaríamos un artículo completo, pero una de esas cualidades que la definen es la ingenuidad. Está tan ilusionada por el hecho de que haya surgido una posibilidad de salvar su motel evitando la construcción de la carretera de circunvalación que no se ha parado a pensar en cuáles son los motivos que mueven al siniestro señor forrado de dinero con el que se ha aliado. Esta mujer, que a veces vive en la inopia, está haciendo tratos con uno de los jefazos de la droga de White Pine Bay y ni se ha enterado. Por suerte, nuestro sexy agente Rrrromero la alertó de ese señor en una de las escenas más tórridas del episodio. Rrrromero, que se ha quedado sin casa, se ha tenido que hospedar en el motel Bates -brillante jugada por parte de los guionistas para acercarle más a Norma-. Se dice que el roce hace el cariño, ¿no es así? Norma, tan profesional y atenta, no puede evitar lavar su ropa y curar sus heridas, y esto dio lugar a un tierno momento en que Norma le curó la herida de su frente poniéndose muy, muy cerca, tanto que él se quedó fascinado mirando sus ojazos azules. Y mira que a mí los ojos azules no me suelen gustar, pero los de Vera Farmiga encandilan a cualquiera. Rrrromero no es una excepción. Aquí hay tomate.

Si Rrrromero te vasilah, tú te callah y lo asimilah

El episodio, además, ha sido toda una alegría para los dos adolescentes, Norman y Emma, que han mojado finalmente con sus respectivas parejas. Ha sido un capítulo lleno de ternura, tanta que imagino que se avecinan tramas muy oscuras. No creo que debamos acostumbrarnos a tanto buen rollo. Por un lado, Emma ha comenzado a disfrutar plenamente de su vida y a hacer todas esas cosas que siempre tuvo miedo de hacer, mientras que Norman se encuentra estableciendo una conexión con alguien a quien él considera una "buena chica", a pesar de que mamá Bates no la quiera para su hijo. "Tú vales mucho, mi arma, esa chiquilla no te conviene" fue el sabio consejo que le dio Norma, pero ya sabemos que Norman le dio la razón como a los locos y seguirá viéndola. Al principio no me entusiasmaba especialmente esta chica, pero al final ha terminado dando mucho juego con Norman y eso me está gustando bastante. Y Dylan. El pobre Dylan ha terminado atropellado por proteger a su jefe de los sicarios que trataron de asesinarlo desde un coche en la calle a plena luz del día. Se puso en medio de la calzada, como todo un machote vaquero y pistolero, y la jugada no le salió muy bien. Sin embargo, ese -estúpido- gesto de valor lo han apreciado mucho sus compañeros y ha terminado por conocer al que es su jefe. Perdón, jefa: la hermana del rubiales. La trama de la droga por fin empieza a ponerse interesante.
Muy buen episodio de Bates Motel, no pasará a la historia de la serie, pero sí ha sido muy entretenido, en ese aspecto no tengo queja. Además, todas estas tramas parecen abocadas a conducirnos a un gran clímax final que espero que suceda más pronto que tarde. ¿Qué os ha parecido a vosotros?


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