Revista Comunicación

Crítica Del 7x14 "Monday" De The Good Wife: There's No Place Like... Home?

Publicado el 16 febrero 2016 por Dro @Drolope
Crítica 7x14 ¡Por fin volvemos a tener capítulo de The Good Wife! Tras una semana que sí y otra que no, podemos disfrutar de las aventuras de Alicia Florrick y cía. El pasado episodio se quedó muy emocionante con una oferta sobre la mesa de lo más jugosa. Si quieres enterarte de lo que ha pasado, no dudes en seguir leyendo.
*SPOILERS*

Crítica 7x14

♥ ¡Qué monos! ♥

No puedo estar más contenta con este episodio. Así, de entrada. La vuelta de la Florrick a la casa que construyó desde los cimientos en la quinta temporada es algo que llevaba pidiendo desde el mismo día que se fue. Sin embargo, como bien ha visto ella, de esa casa queda bastante poco. Ahora es una socia minoritaria por lo que sus días donde su independencia y su superioridad en el organigrama del bufete han quedado atrás; tiene que responder ante el resto de socios. Lo mismo pasa en el caso de Lucca Quinn, quien se ve “atrapada” en la sala de juntas con el resto de nuevos asociados, todos ellos con la esperanza de llegar algún día a ser socios minoritarios como la Florrick o, como bien lo vende Diane, mayoritarios, como Cary – mirad, que me lo tenga como reclamo publicitario me toca los ovarios de una manera…  –. Por ahora, a Lucca le queda ser un poco “la chica de los recados” e ir de un caso a otro cuando se lo manden.  Sin embargo, en un principio decide plantarle cara tanto a Lockhart como a Agos y prefiere irse con Alicia, a la que más conoce. ¿Honestamente? Es normal porque ha sido su socia anteriormente pero, si lo analizamos fríamente, me recuerda a cuando en el primer día de colegio y no conoces a nadie, te haces amiguito de uno y ya le sigues como un perro faldero. Respecto a la vuelta de Alicia, tengo que decir que Cary Agos no puede ser más mono, aunque estas palabras no os sorprenderán en absoluto. A ver, ¿qué socio mayoritario va a la puerta a saludarte, te acompaña a tu nueva oficina y te da una botella de champán para celebrarlo? ¡Ninguno! Nothing further, Your Honor. En serio, el pobre no tendrá trama, le tendrán relegado a hacer de secretaria o simplemente le joderán la vida pero, oye, que siguen mostrándolo como el Ultimate Husband Material. Matrimonio King, sigo esperando mi oportunidad para hacerle feliz. La pequeña familia que hemos creado en el blog por la serie lo pide, gracias. En cambio, Diane ha estado menos simpática, o por lo menos yo he notado que no era muy sincera. Sí, es cierto que no se opuso a que volviese pero, ¿habéis visto la escena entre estas dos divas? ¡Los cuchillos volaban por la oficina! ¡Qué maravilla de serie cuando se pone en plan zorras pero con clase! Sin levantar la voz, sólo dirigiendo el cotarro con el tono, con la pose, los gestos. La conversación entre ellas es un gran punto del episodio. Diane le dice que ella ya no manda aquí y que sus acólitos son ahora los del bufete. Alicia responde diciendo que ha vuelto con algunos casos, clientes y más conocimientos pero, Diane, que ha estado muy aguda, le dice que todo eso viene del tribunal de fianzas. Vamos, que la diosa Lockhart acaba de bajar a Alicia de la nube en la que está y, en este caso, tengo que darle la razón. La Florrick se fue y ahora tiene que empezar no desde cero, sino desde un punto intermedio-alto hasta llegar a donde estaba, si le dejan y eso es lo que quiere. El tribunal de fianzas es una puta mierda, hablando en plata, y eso lo debería saber ella misma. Se rebajó porque tenía que hacerlo, pero que no venga como si hubiese descubierto el fuego porque no. De todas formas, Lockhart, sólo estamos de acuerdo en esto porque tú y yo tenemos un problema muy serio que más tarde comentaré.

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He's back!

El caso en sí no me ha dicho mucho que digamos. Se puede resumir en que Howell, el chico que se encarga del departamento de tecnología, es un friki que se encuentra el nuevo “iPad” de Chumhum por casualidad en una discoteca, tiene un orgasmo y vuelve a tenerlo cuando dos blogs le ofrecen 100.000 dólares por hacer una review del mismo. ¿Me he dejado algo en la premisa? Creo que no porque es bastante sencillo todo. Lo que me ha parecido no tan sencillo, o por lo menos un coñazo, ha sido el desarrollo del caso en sí. Demasiados dimes y diretes para que luego se arregle con un argumento que me toca mucho las narices como futura periodista que voy a ser. Por esa regla de tres que dice Alicia, todo usuario de redes sociales es periodista y NO es así. Me da la sensación de que la profesión tampoco está colegiada en Estados Unidos – corregidme si me equivoco, por favor. Es España no lo está y debería ser una vergüenza, in my opinion– porque no creo que cualquier usuario de Twitter, como es en el caso del episodio, sea un periodista. Soy de las que piensa que quien ha pasado cuatro o cinco años en la Facultad de Ciencias de la Comunicación y ha estudiado la carrera de Periodismo debería ser denominado como periodista porque si no esto es un cachondeo padre, como lo es ahora mismo. Este cachondeo nos lleva a que personas con carrera estén en el paro y algunas personas que no la tienen, por enchufismos, tengan curro, lo que me da un ascazo tremendo. No digo que haya gente muy famosa – grandes estrellas de la radio y la televisión – que, aunque no hayan estudiado la carrera, ya no se les llame periodistas, porque se lo han ido ganando poco a poco con su trabajo, pero pienso que debería ponerse una especie de “límite” al campo y empezar a dar un valor a la carrera que aparentemente parece no tener. Si no, queridos lectores, os seré sincera: estaría perdiendo tiempo y dinero en formarme académicamente para nada. Por esto, el argumento final de Alicia Florrick me da por culo – y no tengo otra manera de expresar este sentimiento porque es la pura verdad –. Según la UNESCO, un periodista es cualquier persona que tenga un empleo fijo remunerado como director, reportero, fotógrafo, camarógrafo o técnico de prensa, radio, televisión o servicio de noticias filmadas que ejerza su profesión cumpliendo normas ético-profesionales. Tal actividad consiste en buscar, recibir o impartir informaciones, opiniones, ideas, estudios o comentarios en publicaciones diarias o periódicas, agencias de prensa, servicios de radiodifusión, televisión o cine. Punto y pelota. Howell, amigo mío, has tenido una suerte que no te la crees ni tú porque sí, realizas un trabajo remunerado pero no en el campo informativo. No sé quién ha sido peor, si Alicia por no saber qué cojones es un periodista, Lucca por no documentarse y sacarse argumentos erróneos así como si nada, o el juez, que debería saber lo que dice la UNESCO. Por lo menos el caso nos ha traído de vuelta a Dudewitz, quien es un señor muy particular pero que ha dejado a la altura del betún a Neil Gross, y ¡al propio Neil Gross! OH MY GOD, volverle a ver me ha hecho muy feliz y eso que me parece un arrogante y capullo de cuidado. Le eché TANTO de menos la última vez que Chumhum estuvo por estos lares que por casi me emociono al verle.
Si seguimos con los errores o “cosas a las que Irene le molestan una barbaridad” – sólo hay tres y uno ya os lo he contado –, deberíamos irnos al principio de todo el episodio. Es aquí cuando mi dardo más que envenenado va contra Diane. La señorita Lockhart tiene un problema gordo: o no se acuerda cómo ha llegado al bufete o sufre de un Alzheimer transitorio que viene y va según cuando le salga del mismísimo. No, Lockhart, Agos & Ugh NO nace con Jonas Stern doce años atrás. Lockhart/Gardner SÍ. L/A/L se formó hace dos años, más o menos, de la mano de Cary Agos y Alicia Florrick, uno harto de ser insultado intelectualmente tanto por Lockhart como por Gardner y la otra un poco por dejarse llevar – en el fondo pienso que Alicia no se quería ir pero se vio arrastrada por la corriente –. La señorita Diane Lockhart, después de la muerte de su compañero y amigo, Will Gardner, se vio en una guerra civil en el bufete que le dejó como solución irse a algún sitio donde la veneraran por traer mucha pasta en clientes y matar dos pájaros de un tiro: para ella, tener una nueva casa; para Cary y Alicia, salvar su bufete que tanto esfuerzo les había costado poner en marcha. Diane es una arrimada y que, con la salida de Alicia del bufete, ha tomado las riendas del negocio para convertir la dueña y señora porque, no nos engañemos, David Lee va por libre y a Cary lo siguen tomando por el puto pito del sereno cuando la idea fue SUYA. Señores guionistas, esta temporada Diane Lockhart NO ES Diane Lockhart, es una señora muy bien vestida que pasa por ahí, que ha debido de darse un golpe en la cabeza y no se acuerda de cómo ha llegado. Esta es una manera muy cruel de matar a un personaje maravilloso al que muchos adoramos. Ahora mismo no puedo adorar a esta señora cuando se inventa la historia del bufete para venderlo. ¿No molaría más decir que tiene poca vida pero que la gente admire cuán lejos ha llegado en tan poco tiempo? ¡¿Tanto cuesta?! Eso me motivaría a aceptar el trabajo porque, ¿a quién no le gusta una historia de superación de una persona joven que se arriesga y gana? ¡Coño, si es el sueño americano! PUES NO. Hagamos que Diane esté más senil que Howard Lyman, que tiene cojones la cosa.

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Menos mal que se lo toman con humor

Otro error de los gordos es el tema racial en Lockhart, Agos & Who?– yo les sigo dando ideas para que cambien el nombre al bufete y terminen de convertirlo en un hobbie –. Vamos a ver, almas de cántaro, ¿por qué Lucca se va a llevar bien con Mónica? ¿Porque son afroamericanas? ¡¿EN SERIO?! Es como si me decís que me tendría que llevar bien con cada “blanquito” que me cruce por la calle porque tiene mi mismo color de piel. De verdad, ¡¿qué mierdas está pasando esta temporada?! ¿Desde cuándo Cary juntaría a estas dos y lo enmascararía con un “Es fantástica”? ¡Que se os ve el pelo, chavales! Se están cargando la personalidad de los personajes de una manera flipante. ¿No habíamos terminado con el tema racial al contratar a Mónica y quitar a Lyman del medio? ¡¿Entonces a qué viene a cuento esto?! ¡Qué manía con meter ciertos asuntos con calzador! BASTA YA. Matrimonio King, déjense ustedes de perder el tiempo en estupideces varias – sobre todo cuando ya está todo dicho – y dedíqueles minutos a otros temas, por favor. ¡Ojo! No estoy diciendo que el tema racial no sea un problema serio de la sociedad y no merece la pena reflejarlo en la serie, sino que creo que ya lo habíamos superado y que esta forma de “unir a personajes” me parece infantiloide y asquerosa.

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Deberías tener más curiosidad por
otras partes de su anatomía, Alicia

En cuanto a unir personajes, hemos tenido una mínima interacción entre Jason y Alicia – lo de pasarse documentos en los juzgados ni lo tengo en cuenta –. Me gusta el buen rollo que tienen, ese “Mira mi silla” de lo más casual y, sobre todo, me ha matado ese “¿Cómo mantienes tu barba así de larga?”. Seriously, son un amor. No os voy a engañar, como el episodio se emitía en san Valentín, me esperaba que se avivase el fuego entre estos dos pero no ha sido así. Mi gozo en un pozo. Por ahora parece que Alicia se va a enfocar en el bufete y va a mantener su relación con el Fucker en plan quinceañeros, que es un poco a lo que me han recordado. Señores, quedan ocho episodios y no quiero que termine la serie sin polvazo entre estos dos. Queda dicho. Por cierto, ha habido en un instante en esa conversación en el que se me ha pasado por la mente que sí, que Jason es la versión masculina de Kalinda, con ese rollo misterioso, con las formas nada correctas, y que es la manera indirecta en la que Alicia se va a enrollar con la investigadora sin que sea una mujer. Podría haber molado ver a la Florrick experimentar sexualmente con una fémina como Kalinda en la cama. Ya que hacemos cosas locas, pues las hacemos a lo grande, ¿no?

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Esa cara lo dice todo

Por último, la trama de Peter Florrick se anima. Tras unas minivacaciones que se ha tomado Chris Noth – en serio, ¿desde cuándo llevamos sin verle el pelo? ¿Desde Iowa? –, va a tener que volver dado que su personaje se encuentra en una situación muy delicada. ¿Os acordáis del agente aquel del FBI, Hlavin? Yo tampoco, pero menos mal que Eli nos ha refrescado mínimamente la memoria. El agente del FBI se ha dedicado a hablar con diversas personas, entre ellas Marissa quien, muy lista – se nota de quién es hija –, ve por dónde pueden ir los tiros y graba la conversación. Se me han humedecido un poco los ojos cuando Gold ha mostrado esa cara llena de orgullo por lo que ha hecho. ¡Si es que la niña vale oro! Eli empleará a su propia hija para sacarle más información a Hlavin y, finalmente, hacerle frente. Es increíble cómo se ha controlado al hablar con él, lo precavido que ha estado en todo momento. Apuesto a que es porque pensaba que estaba grabando la conversación. Pero lo mejor de esta trama es que ha traído de vuelta – momentáneamente, si no me equivoco – a Ruth Eastman. Esa conversación con Alicia Florrick al final del episodio ha sido magnífica, maravillosa. Simplemente han sido cuatro o cinco frases pero de lo más certeras. Peter tiene una diana en su espalda pero esta no es como las anteriores, sino mucho peor. Y, claro, si estás demasiado cerca, puede salpicarte, destruir todo lo que has conseguido o lo que quieras conseguir. Ruth Eastman le ha dejado caer a Alicia que salga mientras pueda, es decir, que le pida el divorcio a Peter. Simple y llanamente. No hace falta pronunciar la palabra “divorcio”, sólo hay que dejarla caer. En definitiva, ¿no es lo que muchos queremos que haga? La Florrick está hasta el toto de aguantar a Peter, sus escarceos, sus desplantes que la afectan, está harta de él y quiere que termine, como dijo en el anterior capítulo. El divorcio es la solución para que realmente acabe todo, su última liberación.

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¿Divorcio a la vista?

En general me ha gustado el episodio a pesar de que pueda parecer lo contrario. Con la noticia de que esta será la última temporada de The Good Wife– hay que tener muy mala baba para anunciarlo durante la Super Bowl, con la de conflictos de horarios que siempre ha tenido la serie con la NFL–, pienso que los episodios hay que saborearlos bien pero eso no implica que haya fallos que se tengan que obviar. Una parte de mí está muy triste por esta noticia porque, siendo honesta, no estoy preparada emocionalmente para decirle adiós a una serie a la que le debo muchas cosas en tan poco tiempo. Pero otra parte de mí se encuentra aliviada de que termine porque hay cosas que no encajan, no se han hecho bien y, lo más importante, no tiene la emoción de una última temporada, una gran cagada, in my opinion. No estoy segura de que en ocho episodios vayan a poder cerrar todas las tramas y traer a toda la gente que quieren traer – Kurt McVeigh, Robyn; Kalinda está descartada, así que no preguntéis más por ella –, por lo que mi miedo a la decepción con el final aumenta un poco. Sigo teniendo esperanzas en los King pero, viendo lo que están haciendo con algunos personajes, no sé si voy a poder mantenerlas por mucho tiempo.
Por mi parte nada más excepto recordaros que podéis expresar vuestros pensamientos, sentimientos o cualquier cosa que se os haya pasado por la mente al ver el capítulo mediante los comentarios. Es un placer conocer vuestro punto de vista e intercambiar unas palabras con vosotros.
¡Hasta la semana que viene!
P.D: Ya tenéis disponible el noveno capítulo del fanfic. Me gustaría que os animaseis y me contaseis cómo lo vais viendo, si os gusta o no. ¡El feedback es siempre agradecido!

Irene (@MissSkarsgard)

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Por  Javi Guerrero Celedon
publicado el 16 febrero a las 13:35

Primero, enserio no esta colegiado el periodismo en España? que mal! no es como si me pareciera la profesion mas importante del mundo, pero hasta aqui en Chile, en esta franja larga y angosta de tierra ubicada al fin del mundo, sometida al libre mercado despiadado, hay colegio de profesores,. Me pregunto entonces quien sanciona la mala praxis en tu pais, es rarisimo. Si que estan destruyedo los personajes, Cary desde la temporada pasada es un pobre niño rico sin personalidad, berrea y grita, pero Diane y Lee siguen pasando por sobre su autoridad, es como si todo él se hubiera muerto cuando llego a la cima en Florrick & Agos, volver con Diane al final le significo perderse a si mismo, muy mal ahí los guionistas, Cary merece mucho más. Yo creí que Monica y Lucca -me encanta su nombre- se llevarían mal, al fin y al cabo, la ultima llego ahí por pituto, no es eso lo que desagrada a Monica? aparte del rollo racista. Yo llevo esprando que Alicia se divorcie desde el primer capitulo, odio a Mister Big.