FICHA TÉCNICA
Titulo original: On the road
Género: Drama
Intérpretes: Garret Hedlund, Sam Riley, Kristen Stewart, Kirsten Dunst, Viggo Mortensen, Tom Sturridge, Amy Adams, Alice Braga.
Director: Walter Salles
Origen: EEUU – Francia – Gran Bretaña – Brasil (2012)
Duración: 124 min.
Calificación: AM16
Estreno en Buenos Aires: 19/12/2013
¿Hay lugar para la prolijidad en el universo beat ?
La historia de En el Camino relata justamente el camino recorrido en carretera durante los años 40s y principio de los 50s por Sal Paradise (alter ego del propio Kerouac, interpretado aquí por Sam Rilley, a quien vimos hace años como Ian Curtis en Control), acompañado de sus amigos Dean (alter ego de Neal Cassady representado por Garret Hedlund), un alocado ¿hipster? mítico de la generación beat. Del viaje también participan Marylou ( LuAnne Henderson e interpretada por la bella Kirsten Stewart), el célebre escritor William S. Burroughs (Viggo Mortensen bajo el nombre de Old Bull Lee), y su compañero Allen Ginsberg (nombrado como Carlo Marx e interpretado por Tom Sturridge), entre otros.
Encuentros y desencuentros entre los máximos exponentes e instigadores de la mítica generación beat en Norteamérica se sucederán en el film mientras estos personajes toman a la poesía, la sexualidad y la liberación juvenil como sus máximos valores a la vez que comenzarán a crear un tipo de literatura anecdótica donde narrarán sus propias experiencias con la música; el jazz en particular, la libre sexualidad y el uso experimental de drogas mientras rechazaban la forma clásica de vida americana y preferían la espontaneidad y la sensación de estar a la deriva.
Tan prolija desde lo visual como narrativamente bella, En el camino visual está muy bien en todo, de hecho el guión me pareció que encajaba de forma casi perfecta con este universo que Salles quiso mostrar. Sin embargo el “problema” real es que si al igual que yo, los espectadores buscaban y esperaban fidelidad al relato, no la encontrarán aquí. Kerouac justamente en On The Road, y en toda su obra literaria en general apuntaba a la visceralidad, a la provocación, a la crudeza en su máxima expresión, a generar intensidad, a narrar escenas repletas de salvajismo sexual, que aquí si bien son varias, se manejan al igual que todo lo demás; en un tono entre respetuoso y nuevamente prolijo.
Desde lo actoral todo el elenco funciona bien dentro de está película donde todo funciona bien, pero quien más se destaca es la bella Kirsten Stewart con sus desnudos, o bien Viggo Mortensen al interpretar a otro gran escritor, William Borroughs. Pero en mí caso, mi actuación favorita la encarna el genial Steve Buscemi, en un papel que no podría ser interpretado por alguien más. Ya hablamos de lo visual, pero cabe rescatarse que el film cuenta con imágenes fascinantes, algunas de las cuales están filmadas en el sur argentino (Bariloche), una elección que encaja de maravilla a la hora de recrear paisajes desiertos que rozan el surrealismo.
Todo funciona adecuadamente en esta película, si, lo repito. Sin embargo el enfoque característico de Walter Salles (que ya vimos en Diarios de Motocicleta y algunas películas más) y su forma excesivamente estilizada de filmar generan un vacío emocional que se percibe durante todo el largometraje y que si bien dio buenos resultados en el pasado, tratándose de una novela de Jack Kerouac da la sensación de alienación: de una voz personal que nunca llega a surgir en el relato, y de esa furia existencial que aquí está ausente pero para quienes no hayan leído la novela, la obra de Salles funcionará tal vez como una excelente primera forma de acercarse luego a la literatura de la generación beat.