Paul Rudd y Emile Hirsch se pasan el verano pintando líneas en las interminables carreteras que se extienden a lo largo y ancho de Texas mientras David Gordon Green hace suya una historia originalmente islandesa llevándola al interior más remoto de Estados Unidos. Y no, el country no sustituye a Sigur Ros.
¿De qué va?
Verano de 1988. Alvin y Lance recorren las solitarias carretas secundarias del Texas más remoto con la particular misión de pintar las líneas de carril tras la debacle que supuso un incendio tristemente famoso por resultar masivamente devastador.
¿Quién está detrás?
David Gordon Green rueda el remake de la película islandesa "Either Way", cuyo paso aún se recuerda con permanente sonrisa entre los Nuevos Directores del Festival de San Sebastián 2011.
¿Quién sale?
Hilarantes. Paul Rudd y Emile Hirsch dan la talla como Alvin y Lance. El primero disfruta de la soledad y hace tiempo pescando o escribiendo cartas de amor a su novia, que no es otra que la hermana de Lance, a quien le cuesta horrores sobrellevar la soledad y extremo aburrimiento que le produce tan particular periplo.
¿Qué es?
Superfumados + Either Way
¿Qué ofrece?
Carretera y manta. David Gordon Green recupera su mejor versión con una porpuesta capaz de aglutinar las principales virtudes que originariamente encumbraron su cine entre los más granado del indie norteamericano. Una road movie particularmente filosófica que se permite el lujo de coquetear con características tan contradictorias como su hilarante humor absurdo, su entrañable poesía visual, un carácter eminentemente lacónico o incluso, un punto surrealista que nos lleva a lo sobrenatural. Cálida, extravagante, sutil, delirante, exquisitamente dual, tan profundamente dramática como divertida, el único problema que le veo a "Prince Avalanche" es su nulo carácter comercial. Aunque lo parezca, no estamos ante un film para todos los públicos ni para todos los gustos, y es aquí, precisamente, donde radica su gran carisma y estimulante originalidad.
Nota: 7.0