Tras ganar el Premio Especial del Jurado en el 2010, el director africano Mahamat-Saleh Haroun vuelve a pisar La Croisette con la inofensiva "Grisgris" para competir incomprensiblemente en Sección Oficial. Que alguien me pellizque.
¿De qué va?
A pesar de que su pierna paralizada debería impedírselo, Grigris sueña con ser bailarín. Un desafío, un sueño que se desvanece cuando su tío enferma gravemente. Para salvarle, no le quedará otro remedio que trbajar para traficantes de gasolina.
¿Quién está detrás?
Mahamat-Saleh Haroun. Director africano originario del Chad que en el 2010 se llevaba el Premio Especial del Jurado con "Un Homme qui crie". Con "Grisgris" desde luego, no repetirá proeza.
¿Quién sale?
Souleymane Deme y Anaïs Monory. Los bailes contorsionitas de él y la belleza de ella es de lo poco a destacar de tan inofensiva propuesta.
¿Qué es?
Billy Elliot + Flor del Desierto...en un lugar de África
¿Qué ofrece?
Una película simpática en el peor de los sentidos, que no debería tener cabida en una Sección Oficial de Cannes. Ni sus entrañables personajes, ni su elaborada fotografía, ni menos aún, sus loables intenciones, resultan suficiente virtud para competir en un festival de clase A. Una vez más, el buenrollismo que despierta contar con tan exótica presencia, se impone a los valores cualitativos que se le deben exigir a una película a competición en el certamen del glamour por excelencia. Sufrir "Grisgris" en Sección Oficial tras fliparlo con Claire Denis en Un Certain Regard se me revela la gran paradoja del festival. Para mi sopresa, es algo que pasa en todas las casas, hasta en la de Cannes.
Nota: 4 / 10