Dentro del mundo de las bandas tributo entendemos que hay algunos válidos y otros no tanto. Nos explicamos; apoyamos aquellos que nos trasladan a grupos que ya no existen, bien por la desaparición de la banda a la que homenajean o por muerte de sus componentes. Y Led Zeppelin es uno de esos casos, pues a pesar de intentar unir a Plant y Page durante años para un regreso apoteósico, solo consiguieron que se juntasen para un único concierto en Londres hace un par de años, y donde las entradas en el O2 se agotaron en pocos minutos. Por lo que la única opción de ver en vivo lo más parecido a estos titanes del rock es
poder escuchar algún remedo de la formación original, como es el caso de los británicos
Led Zept, a los que hemos visto por estas latitudes meridionales en alguna ocasión. Sin desmerecer a los ingleses tenemos a los locales
Led Zep, nacidos en Rota y que han conseguido cierta repercusión, bien con este nombre o con el de
Mind The Zep. Músicos importantes dentro de la provincia gaditana encabezados por su cantante
Guiomar Hidalgo, de gran y poderosa voz y que consigue transmitir la esencia de
Robert Plant, salvando las obvias distancias. Le acompañan las dos
Fender, las seis cuerdas de
Juan Manuel Alcedo y las cuatro de
Nelo Escortell y
Fran Santamaría a las baquetas, émulos de
Jimmy Page, John Paul Jones y John Bonham.
El lugar elegido en esta ocasión era la
Sala Babaloo y el día el
viernes 2 de diciembre de 2016. El local de Fuentebravía lucía sus mejores galas, con una decoración navideña elegante y
una buena entrada, con un público
deseoso de ver las evoluciones del cuarteto. Así que a las
doce menos veinte comenzaban las evoluciones a ritmo del
“Inmigrant Song”, demostrando todo el talento que poseen ante un respetable, que tal vez contagiado por la noche plomiza y lluviosa, siendo respetuoso y correcto estuvo más frío que en otras ocasiones que hemos visto tanto al grupo en otros lugares como otros conciertos en el coqueto local de El Ancla. Y en su
hora y cuarto de actuación dejaron a las claras lo buenos instrumentistas que son, no solo clavando el sonido de Led Zeppelin sino con momentos de lucimiento como su guitarrista tocando el punteo de
“Dazed and Confused” con el arco de un violín. Instante aplaudido y que generó comentarios de alabanza, en un set list donde sonaron grandes éxitos de los del Reino Unido como los antes mencionados,
“Black Dog”, el inolvidable
“Stairway to Heaven” o el
“Whole Lotta Love” con el que acabaron su actuación. Se echó de menos algunos temas tan celebérrimos como
“Rock & Roll” o “Kashmir”. Aún así, una buena forma de pasar una buena velada en un tormentoso día. Un sitio agradable y una banda talentosa; ¿se puede pedir más? Desde
La Caravana del Rock agradecemos a locales como
Babaloo su apuesta por los conciertos y el rock y a
Led Zep la oportunidad de poder rememorar el espíritu de una de las históricas formaciones que ha dado la música, que algunos a pesar de tener buena parte de su discografía comprada a lo largo de los años no hemos podido disfrutarlos en vivo.
Por José Luis “El Director”.
*Fotos cortesía Patricia Aragón (Babaloo Puerto).