Con mucha ilusión acudíamos este año por primera vez al Primavera Sound para comprobar de primera mano todo lo que no habían contado en él en años anteriores. No es que no hayamos ido otros festivales antes --siete FIB's, un par de Summercase, un par de NOS Alive, un NOS Primavera y otro par de Dcode's así lo atestiguan-- pero por h o por b nunca habíamos podido acudir a este festival de festivales del que pudimos comprobar que todas las leyendas contadas eran ciertas sí, pero también que es inabarcable.
JUEVES 28 DE MAYO
Así que tras un buen madrugón nos plantamos el jueves en Barcelona ya con mucha resignación por habernos perdido, entre otros, a OMD el miércoles. Nada más llegar al recinto nos dimos cuenta de las dimensiones del mismo, sobre todo si la última vez que estuviste en el un festival en Parc del Forum fue el Summercase. Once escenarios y, sobre todo, las distancias entre los más pequeños y grandes así lo atestiguan.
Eso sí, con la ilusión intacta pudimos comprobar ya desde temprano la calidad del cartel con los primeros conciertos en el escenario Pitchfork y Adidas. Así, perdimos la virginidad en el Primavera Sound con el conciertazo que dieron Twerps en el primero de ellos defendiendo con maestría su último trabajo 'Rage Anxiety', en un concierto en el que su cantante acabó tan emocionado que hizo una foto al respetable congregado para que la viera su madre.
Turno seguido y a tan solo unos pasos nos esperaban Cheatahs en el escenario Adidas para demostrar que el shoegazer sigue más vivo que nunca en un concierto cuya fuerza de sonido y distorsión se disipó un poco por el aire, que por momentos se llevó el ruido a otra parte. Terminado el turno de los londinenses era el momento de acudir a los escenarios 'grandes' y momento de descubrir otras de las particularidades de este festival: conocer grupos sin verlos y escuchándolos solo unos minutos de pasada porque no da para más. Es así como pudimos conocer el sonido abrumador de Viet Cong.
En el escenario Primavera ya estaban esperando The Replacements, por los que parece que le tiempo no ha pasado y demostraron que son una leyenda con patas que sigue haciendo música de la buena. Sacaron así a pasear su vertiente más punk para demostrar que están en forma y no faltaron versiones de los Jacksons Five o de Joy Division.
Anthony & The Jhonsons era nuestro siguiente plato en el menú. Con la filarmónica de Barcelona escuchamos sus tres primeras canciones y con lágrimas en los ojos nos marchamos a ver a Brand New, que dejaron su vertiente más pop a un lado para ofrecer su lado más hardcore. Gritos desgarradores y guitarras apabullantes que, en esto último, iban a tener su continuación en lo poco que pudimos ver de Spiritualized, que nos abrumaron con sus distorsiones.
Como no, nos teníamos que pasar por uno de los platos fuertes del cartel esa noche: The Black Keys. Ya con 'Dead and Gone' para empezar nos encandilaron pero como de economizar va la cosa en este festival y ya los pudimos verles el pasado año en el NOS Alive de Lisboa, corriendo nos marchamos cuando sonaba 'Gold on the Ceiling' para ver a Los Punsetes.
Los españoles ofrecieron un concierto solvente lleno de sus mejores hits y que solo se vio un poco marchitado porque su cantante no tuvo su mejor día con la entonación. No obstante hicieron disfrutar a los allí congregados y para competir con The Black Keys en horario fue mucha la gente que la que acudió a bailar y oír temazos entre los que destacaron 'Arsenal de Excusas', 'Me gusta que me pegues' o 'Tus amigos', entre muchos otros.
Con el cuerpo ya reventado entonamos la retirada dejando a James Blake a un lado, al que ya pudimos ver hace dos años en el hermano portugués del Primavera Sound y con todo el dolor de nuestro corazón por no poder ver a Suicide Of Western Culture, a los que habíamos apuntado en nuestra agenda.
Revista Cultura y Ocio
Crónica de un primerizo en el Primavera Sound 2015, el festival inabarcable (Primera parte)
Por Robertomartos @_Roberto_MartosSus últimos artículos
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