Primero fue el hambre, ahora la vergüenza. Dos elementos clave para retratarnos la desnudez humana en su esencia más cruda y brindarnos así dos incontestables obras maestras de un incontestable maestro que con tan solo dos largos en su currículo ya apunta a estrella. Es Steve McQueen, la suya, una inconfundible mirada corporal traducida en un cine tremendamente físico. Su primera joya, la incomprensiblemente inédita en España "Hunger," la segunda, "Shame," brillaba con luz propia en Venecia haciéndose con el Premio FIPRESCI y la Copa Volpi para un sobresaliente Michael Fassbender. Tras certificarlo a su paso en Donosti, solo queda repetir dos palabras: obra maestra.
¿De qué va?
Shame cuenta la historia de Brandon, un hombre de 30 años que vive en Nueva York y es incapaz de manejar su vida sexual. Después de que su hermana pequeña se mude con él, Brandon perderá el control .El argumento está enfocado a "examinar la naturaleza de la necesidad, de como los humanos vivimos nuestras vidas y reaccionamos ante las experiencias que marcan nuestro camino".
¿Quién está detrás?
Es la gran esperanza del cine británico, su ópera prima pasa por ser uno de los mejores films del 2008 y, sin duda, el retrato más duro de un activista del IRA hecho jamás. Cámara de Oro en Cannes, a "Hunger", incontestable obra maestra del cine con terrorismo de telón de fondo que entre otras muchas virtudes posee la de un memorable plano secuencia rodado con cámara fija que retrata una poderosa conversación de más de 12 minutos de duración, parecía que le sucedería el biopic de otro personaje de gran relevancia histórica, el músico y activista político Fela Kuti. Finalmente no fue así, aunque lo que en principio parecía una pena, se reviertía en alegría, y es que, Steve McQueen se guarda en la recámara la vida del carismático personaje africano para volver a unir fuerzas junto a Michael Fassbender en "Shame," ahora sí, su nueva película, cuya premiere internacional tuvo lugar con gran éxito en Venecia.
¿Quién sale?
Aunque hace tiempo que brilla con luz propia, es ahora cuando su nombre está de moda. Hablamos de Michael Fassbender (descubierto en "Hunger", consagrado en "Fish Tank", conocido por "Malditos Bastardos," más recientemente por "X-Men" y actualmente por el "método peligroso" de David Cronenberg), quien ahora se une a la siempre excelente Carey Mulligan, nominada al Oscar por "An Education" y encumbrada en lo más alto por el papelón brindado en la infravalorada "Nunca me abandones" de Mark Romanek.
¿Qué es?
Un tour de force cinematográfico en todas su vertientes que no admite comparación alguna.
¿Qué ofrece?
Desgarradora, sí, enfermiza, también, incómoda, por supuesto, y magistral...sobre todo. Fue la mejor película vista en Venecia, sin duda, lo será en San Sebastián y por más que los premios no opinen igual, será de largo, la mejor película del año. Un contundente y visceral retrato de un alma sexualmente desbocada lleno de crudeza y desnudez trasladado por unas inconmensurables interpretaciones y una magistral realización tan pulcra como desatada que hacen de "Shame" una de las películas más perturbadoras, salvajes y certeras de los últimos tiempos y si me apuran, de la historia del cine. Mis sensaciones pueden parecer empapadas de efusividad, exageración o simplemente emoción, de hecho lo están, y estó es precisamente la prueba de la veracidad de mis sentimientos. La mía ha sido una de las experiencias más brutales que he vivido en una sala y espero que la vuestra, cuando toque, también. Cine en estado puro. Tras salir temblando del pase de ayer, hoy repito otra vez. ¿Alguna prueba más?