24 de Septiembre del 2014 | etiquetas: Festival de San Sebastián, Festivales 2014
TwittearEs junto a "La Voz en Off" del chileno Cristian Jiménez, la responsable de representar al cine latinoamericano en la Sección Oficial de esta nueva edición del Festival de San Sebastián. Siete años después de optar a la Concha de Oro con "Encarnación", la argentina Anahí Bernari vuelve a competir en Sección Oficial con la precisa crónica de un desencanto que supone "Aire Libre". Sin lanzar las campanas al vuelo, pero acierto.
¿De qué va?
Lucía y Manuel parecen haber olvidado los deseos y proyectos que los unían. La idea de construir una nueva casa surge como un plan que parece entusiasmarlos. Imaginan y dibujan los planos de un nuevo hogar fuera de la ciudad, en el verde: un lugar para evitar la asfixia y darle espacio a su hijo. La convivencia se interrumpe cuando cada uno vuelve a casa de sus padres, por un tiempo, hasta que la obra quede terminada. Separados, Lucía y Manuel se reencuentran con sus propios deseos y a la vez se alejan. Se sienten adolescentes y se descubren inmaduros. Sin techo común, a la intemperie, ya no saben cómo regresar a casa.
¿Quién esta detrás?
Anahí Bernari ya compitió en la Sección Oficial del Zinemaldi de 2007 con "Encarnación", la historia de una ex- vedette que a sus 50 años comienza a replantearse su vida y su carrera. Si con su opera prima, "Un año sin amor", Anahí Berneri se ganó un lugar entre los directores más personales (y arriesgados) del cine argentino, "Encarnación" confirma su talento para retratar historias íntimas y contarlas bellamente a través de imágenes tan significativas como sublimes.
¿Quién sale?
Un sólido Leonardo Sbaraglia y una esplendorosa Celeste Cid.
¿Qué es?
El complemento ideal para "La Tercera Orilla"
¿Qué ofrece?
Un retrato fiel, honesto y definitivamente creíble sobre la delgada línea que separa a un joven matrimonio de vivir un amor idílico, a sentir un insoportable hastío mútuo propulsado por el sentimiento de frustración que implica la vida en pareja a largo término. Partiendo desde el prisma íntimo y sutentándose sobre un sugestivo carácter metafórico (la construcción de un hogar familiar mientras la propia familia se destruye, el contraste entre el entorno natural y el urbano) Anahi Bernari imprime de forma contenida y acertadamente modulada una tensión dramática que según avanza la trama, crece y se expande hasta que finalmente germina una atmósfera inicua y opresiva. Un incómodo firmamento que erosiona y sacude, aunque para nuestro alivio, sin sustenarse en los innecesarios golpes de efecto con los que constantemente amenaza. Respiramos (relativamente) tranquilos, "Aire Libre" es un intenso drama familiar psicológicamente hermético que se siente tan sólido como personal, es también una creíble tragedia romántica y es ante todo, un fiel reflejo de las motivaciones y consecuencias producidas por la crisis de pareja. Lo dicho, sin lanzar las campanas al vuelo, pero acierto.