"El año que viene no vuelvo", así de tajante me mostraba el año pasado nada más acabar la edición del Dcode de 2016, de la que nos hicimos eco también en el Caleidoscopio Musical y que fue una edición a trompicones y con muchas carencias en el cartel tras varios buenos años.
Sin embargo -me puedo poner como el mejor ejemplo de que las palabras se las lleva el viento y no me importa reconocerlo- con el simple hecho de que el festival anunciara a principios de año que Interpol iba a interpretar íntegro 'Turn On the Bright Lights' era suficiente, tanto desde el punto de vista musical como personal, para comprar la entrada, y más ahora que a Amelia le quedan menos de dos meses para estar con nosotros.
Así que en Ciudad Universitaria volvió a haber buena música, de esa que te pone la piel de gallina -algo que te vuelve muy especial según la ciencia-, y buen ejemplo de ello fueron Daughter. Salvo el pasado año, el Dcode siempre venía acertado con promesas del indie inglés que se han convertido en verdaderas estrellas, como fueron Royal Blood en 2014 y Wolf Alice en 2015.
Este año retomaba ese camino con este grupo de Londres que con temas como ' Doing The Right Thing', 'How', 'Alone/With You' o 'No Care' -todos ellos en su álbum del año pasado 'Not To Dissapear' - encandilaron a un publico totalmente entregado, algo que ellos mismos no parecían creerse, en un escenario que se quedó pequeño a todas luces.
LIAM GALLAGHER: LEJOS DE LOS ECOS DE LA ESTRELLA DEL ROCK DE ATAÑOSin tiempo para asimilar toda la belleza que desprende la música de Daughter -así es el Dcode, si parpadeas te lo pierdes- Liam Gallagher hacía su aparición en el escenario #2. Lejos dejó los ecos de la "estrella" del rock que era antaño, allí se plantó en pantalón corto y chubasquero para defender los temas de 'As You Were', su primer disco en solitario.
Y la verdad es que hay temas de este trabajo que no son nada malos, como pueden ser 'Wall Of Glass' o 'For What It´s Worth'. Pero cuando de las 12 canciones del concierto, seis son de Oasis y otra de Beady Eye ya estás desmereciendo tu disco en solitario, aunque no se nos olvidará nunca haber vuelto a escuchar con su voz original 'Rock 'n' Roll Star', 'Morning Glory', 'Slide Away', ' Be Here Now' y, sobre todo, 'Wonderwall'.
Tras ello venían los platos fuertes de la noche, que iban a empezar con unos Band Of Horses a los que los cambios de formación de los últimos tiempos no les han sentado nada mal. En plena forma como siempre y con versión de The Replacements ( 'Can't Hardly Wait') incluida, temas memorables como 'Is There A Ghost', 'No One´s Gonna Love You', 'Casual Party' y, como no podía ser de otra forma, 'The Funeral' dejaron el ambiente muy en lo alto para la llegada de Interpol.
INTERPOL: UN DISCO QUE MARCÓ A UNA GENERACIÓNLas luces rojas, como los tonos de la portada de 'Turn On the Bright Lights', y las sombras de Paul Banks y los suyos ya eran suficientemente estimulantes como antesala para escuchar en directo esas 11 canciones que ha marcado muchas vidas y las que vienen, por lo menos la mía, la de mis amigos, la de mi pareja. Y tuvimos la suerte de estar allí todos para presenciar esos 48 minutos a los que se añadieron 'Not Evil Jail', 'Slow Hands' y 'Evil'.
Justo después se iba a despegar en el escenario #1 el espectáculo de Franz Ferdinad, a quienes no les hace falta traer un nuevo disco bajo el brazo para llevarse de calle a todo el personal con temazos como 'Do You Want To', 'Matinée', ' No You Girls', 'Michael', 'Take Me Out', 'Ulysses' y un apoteósico final con 'This Fire'. Todas ellas con un Alex Kapranos al frente cupo pelo parecía haberse quedado cano, aunque en realidad se lo había teñido de rubio platino.
El final de nuestro recorrido musical en el Dcode lo protagonizaron de The Kooks, que llegaban para presentar su disco de grandes éxitos. Y la verdad es que aunque se echó algún hit de la banda de menos como 'Down', brillaron en la noche del sábado con 'Be Who You Are', 'Ooh La', 'Seaside', 'Junk Of The Heart (Happy)' y 'Naive'.