En dos días absolutamente locos –locos por repletos de música y buen rollo, por el tiempo cambiante que igual te ofrecía cielos encapotados y lluvias que un solazo de escándalo a los diez minutos, algo que te hacía sudar como un pavo, por la locura de contar con artistas de primera fila en dos escenarios distintos en una maratón de todo un fin de semana, tuvo lugar la edición 2014 del No Sin Música. Y, como era previsible, con un enorme éxito.
El balance no ha podido ser más positivo. Es cierto que solapado por algunas protestas vecinales que no comprendían tal derroche de watios de sonido y luces… pero unos conciertos de estas características es lo que tienen. Y se trata de un evento que durante dos días fomenta el consumo (no se permite comida de fuera porque si tenías hambre dentro podías comprar patatas fritas, kebabs y otras comidas calientes), es sostenible con el medio ambiente (para evitar un suelo sembrado de vasos de plástico se estableció un curioso sistema de alquiler por fichas del que ahora hablaremos), y enriquecía el comercio de los alrededores, pues estos ojitos vieron un supermercado abierto enfrente a las dos y pico de la mañana ofreciendo bocadillos, bebidas y todo lo que puedes hallar en un super a todos aquellos que salían con ganas de comer y beber algo.
En cuanto al balance musical y organizativo, excelente, y más teniendo en cuenta que la traicionera lluvia empañó el principio del primer día del verano, 21 de junio -por cierto, Día de la Música-, y parecía que nos iba a fastidiar el segundo día de festival. Pero no, a pesar de que la lluvia apareció desde la mañana temprano y así estuvo hasta las tres de la tarde aproximadamente, una vez que nos comimos un excelente arrocito con mariscos salió el sol, y con él, la música, primero en el escenario Pelícano y luego, en el patio de San Felipe. No Sin Música, el nombre con el que se ha bautizado este evento, cobró entonces todo su significado. Y en La Caravana del Rock, que estuvo allí, te vamos a contar cómo lo vimos. ¿Te apuntas?
DÍA 1, VIERNES 20 JUNIO
SMILING BULLDOGS… PERRO LADRADOR, AQUÍ SÍ ES BUEN MORDEDOR
El primer día nació como debe ser un día de verano… o casi, puesto que era el 20, último de la primavera. El cartel arrancaba temprano, muy temprano (a las seis de la tarde se abrían las puertas) con el excelente Smiling Bulldogs. Una verdadera pena que fueran los que tuvieran que romper el hielo con aún poco público sobre el asfalto del patio, pero, como nos comentó Fali Hermida de El Pelícano -uno de los organizadores junto a Omar Osuna-: “Alguno tenía que ser el primero”. A todo esto colaboraba el día playero, los partidos del Mundial de fútbol… Una serie de coincidencias que si bien afectó de forma negativa al número de seguidores que podían haber estado de haber sido más tarde o de no haber mediado esas circunstancias, no mermó el entusiasmo de los que sí botaban allí.
Muy bien por los que abrían el festival a tempranas horas de la tarde: los jerezanos de Smiling Bulldogs, que ofrecieron lo que se esperaba de ellos: electricidad y mucha, mucha energía y fuerza. Ojo, a tener en cuenta: La revista Rolling Stone los ha situado en el segundo puesto de las 25 nuevas bandas nacionales que debemos conocer. Así que ya lo sabes, si no fuiste al NSM y aún no los has oído, apúntatelo para la suguiente. Nos hicieron vibrar con sus temas potentes, y con esa mezcla perruna que tanto nos gusta de rock clásico, blues, funky y folk, la verdad, para así empezar con una larga tarde de rock y buen rollo impresionante. ¡Nos encantan!
SET LIST NSM’14 SMILING BULLDOGS
-Move on
-Where are you
-Gallo (´Lil Rooster)
-Keep on smiling
-Personal
-007
-Two Heads
-Leave me alone
-Howling
-Bye Bye
-BIS: Happy Again.
Los “quesitos de Burgos” de La M.O.D.A. y los vasos fiados
Y detrás del escenario, mientras los Smiling van terminando su repertorio, vemos a seis guapos chicos inflando una pelota gigantesca y poniéndose bronceador. Todos perfectamente uniformados: pantalón negro, converses negras y camiseta blanca de tirantes, al estilo de Marlon Brando en “Un tranvía llamado deseo”. Los chicos burgaleses de La M.O.D.A., La Maravillosa Orquesta del Alcohol, venían, tras pasar un buen rato en la playa, a seguir contagiando su buen humor y sus ganas de pasarlo bien al personal, que, poco a poco iba ocupando el patio del colegio San Felipe.
Las cervecitas iban cayendo en la calurosa tarde, pero los vasos no ensuciaban el suelo, ya que por un ingenioso sistema de alquiler de los mismos, ya implementado en otros festivales, se garantizaba que el festival no terminara con el sucio aspecto de una cochiquera. El sistema es simple: se canjea un euro por una ficha de plástico que te da opción a un vaso de plástico duro, tipo sidra, con el anagrama y frases relativas al festival. Si cuando acabe el mismo te lo quieres quedar de recuerdo (una de las divertidas frases era “Yo estuve en el No Sin Música y me lo pasé de gran categoría”, ya sabes que te habrá costado un euro. Si quieres recuperar tu pasta, sólo tienes que entregar el vaso. Un sistema curioso y que trajo la insólita estampa de un festival sin el suelo plagado de vasos.
Bueno, a lo que íbamos. De las bebidas, al queso de Burgos. Y es que estos seis quesitos llegados desde tierras castellanas ofrecieron lo que se esperaba de ellos: su música muy original, aderezada a partes iguales de rock, folk, country y blues, con instrumentos no habituales en estas lides como son la mandolina, el saxo, la mandolina o el acordeón. La verdad es que la M.O.D.A., La Maravillosa Orquesta del Alcohol, que lleva 3 años en escena, se entregó totalmente, y logró transmitir un buen rollo increíble con un sonido muy original que no defraudó a nadie. Venían de Burgos, y de Cádiz salían a la mañana siguiente a Teruel, en un fin de semana intenso de actuaciones y que en su página web tachan de “inolvidable”. Les esperamos de nuevo; ¡ojalá vengan pronto porque fue un placer conocerlos!
SET LIST NSM’14 LA M.O.D.A.
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Intro
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Baker St.
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Los hijos de Johnny Cash
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Vasos vacíos
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Amoxicilina
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Suelo gris
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1932
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Underground blues
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AC/DC
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¿Quién nos va a salvar?
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Nómadas
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Gasoline
Mario Díaz o el poder cordobés
El líder de Los Asdlánticos, Mario Díaz, fue el siguiente en cartel en el No Sin Música’14. A medida que iba refrescando la tarde y el patio de San Felipe se iba llenando, también las ganas de disfrutar de los temas de este cordobés que continúa su carrera en solitario con este segundo disco. Sus temas adictivos, y su voz tan peculiar, en la que podemos encontrar registros desde Triana a Bob Marley, emocionaban y nos hacían vibrar a los que allí estábamos. Un buen punto el de la organización haber traído al NSM a este cordobés que lo dio todo sobre las tablas y que se está codeando en los escenarios de toda España con gente de la talla de Macaco, Chambao, Ojos de Brujo o Jorge Drexler, sin olvidar la colaboración de otro de los invitados de NSM, Miguel Campello, El Bicho, en el tema “En el ancho azul” de su disco “Está en ti”, segundo en solitario. Mario calentaba así motores para la aparición estelar de la noche, que no era otro que el veterano Rosendo Mercado.
Rosendo o “la veteranía es un grado”
Los 63 años de este hombre le aportan veteranía a la hora de actuar. Eso es impepinable. Algunos decían que se notaban en su voz, algo cascada, pero… ¡es que Rosendo siempre la ha tenido así, tiene una voz inconfundible! Y es que, sinceramente, aunque la hubiera tenido algo rota –algo que yo no detecté- a este hombre se le perdona todo. Por su calidad a la hora de interpretar, a la hora de tocar la guitarra –absolutamente bestial- a la hora de conectar con el público que a esas horas de la noche –sobre las 23.30- llenaba rugiendo el patio del colegio gaditano. NSM se estaba apuntando un gran tanto con el espléndido cartel del primer día y el colofón en esos momentos era Rosendo, con un derroche impresionante de watios en cuanto a luz y sonido. Un espectáculo de los que hay que vivir al menos una vez en la vida si te gusta el rock clásico. Se echó en falta, eso sí, el clásico de Leño “Maneras de vivir”, que era solicitado con insistencia por una parte del público. Para la próxima será. Rosendo tuvo la deferencia de recibir a La Caravana del Rock en camerinos y se portó como lo que es: un señor del rock con mayúsculas. Amabilísimo y simpático a pesar de la paliza del concierto. Se nota que estaba muy a gusto en tierras gaditanas.
Miguel Campelllo, un bicho un año más viejo
Era el cumpleaños de Miguel Campello, solista de El Bicho, y qué mejor manera que celebrarlo sobre un escenario y ofreciendo un espectáculo como sólo él sabe. Aprovechando el descanso que se está tomando su grupo, él toma las riendas de su carrera en solitario y ahí está. Toda una figura. Sus faldones de cuero, su percusión, su melena rebelde… todo se une a unas letras que hablan de la cotidianidad, de recuerdos y de todo lo susceptible de ser cantado. Le canta a la vida, en suma, y lo hace de esa manera tan particular y que arrastra a tantos seguidores. Un magnífico broche de oro a la primera noche del No Sin Música, que terminó sobre las dos y media de la mañana, con ganas de más al día siguiente, repartida la música en dos escenarios. Se esperaba un día radiante de sol como correspondía al 21 de junio, primer día de verano. Pero, según dice el refrán: El hombre propone, y Dios dispone… y la lluvia hizo acto de presencia, haciéndonos temer a todos que se tuviera que suspender el festival. No hizo falta: la música sonó, y de qué manera. Pero eso os lo contaremos en otra crónica.
©Belén Peralta, 2014