Sábado 24 de septiembre de 2015 era una fecha que tenía anotada en rojo en mi calendario personal de conciertos, ya que en la sala Milwaukee de El Puerto de Santa María se citaban dos bandas del prestigio de Bourbon y Los Farelli en una nueva edición del Pare´s rock, forma de pasar una tarde de convivencia con estas dos formaciones sanluqueñas, con conciertos a unas horas razonables. Tanto como el precio.
Todo comenzaba poco después de las dos del mediodia con unas “papas con chocos” que se degustaban de una olla de buen tamaño con cada consumición. Ahí
pudimos departir con conocidos de la zona en el mundo rockero. Me alegró ver a unos cuantos “heavies” portuenses de gusto menos cerrado, disfrutando del buen ambiente. Pero lo importante comenzaba poco después de pasadas las cuatro y media con la aparición de “BOURBON” a los que tenía muchas ganas de ver, ya que todavía no lo había podido hacer desde que son trío y con el segundo disco debajo del brazo. Si con su debut habían conseguido impactarnos, llegando a tocar en el Azkena rock de Vitoria, este segundo “Devastación” es una obra mágica e hipnótica. Menos crudo que su “opera prima” y con más matices setenteros y psicodélicos. Algo así como fundir a Triana, Grand Funk Railroad y Black Sabbath. Realmente son muy grandes con ese sonido tan americano con letras en español, la Gibson SG de Raúl, descarnada y poderosa y su voz entre el rock urbano tipo Rosendo Mercado o Josele Santiago pero pasado por el tamiz de Triana. Abrieron su hora y veinte minutos con “¿Quien eres tú?”. Sonido limpio, más reposado y con menos riffs pero de una calidad incuestionable. “Contra el cristal” y “Escrito en la pared”, ya me hicieron entregarme a la causa. “Sol” dejaba paso a uno de los momentos de la tarde con “Te esperaré”, auténtica genialidad. Con estos temas queda claro que “Devastación” es un disco imprescindible. Algo que hay que tener. Sí o sí. Confío en que a no mucho tardar forme parte de mi colección. Tendrá lugar destacado. Tras la presentación de su nuevo trabajo llegaba una versión de sus admirados Grand Funk Railroad como “Got this thing on the move”. Continuaban presentando su nuevo trabajo con “Una cuestión personal”, “Hipnus”, “Inseparables” y el tema homónimo. Todo de lujo. Público numeroso y entregado. base rítmica la de Álvaro con la batería y el bajo de Juanma aportando una barbaridad. Dando peso a la actuación. Las sensaciones no podían ser mejores. Finalizaron repasando dos de las canciones emblemáticas en “Fango” como “Solo” y “Johnny ha vuelto al barrio”. Espero que esta genialidad que han “parido” y que defienden con tanta solvencia en las tablas les de el empujón definitivo que por calidad merecen.Tras el huracán “Bourbon” les llegaba el turno a la banda más peligrosa del Barrio Alto sanluqueño, Los Farelli, grupo al que he visto en innumerables ocasiones y que jamás me ha decepcionado. Otros que también llegaban con disco nuevo bajo el brazo y que comenzaban con una de las nuevas como “Miedo”. Rock & Roll sin ambages, florituras y que sigue sonando igual de bien que siempre. “No es nada personal” y “Contra las cuerdas” presagiaban la aparición del quinto Farelli, el “consigliere” Rafa Cristasol y su armónica para deleitarnos con “Los negocios”. Mientras tanto el buen hacer habitual sobre el escenario de Pete, por cierto, con una nueva Gibson que todavía no había visto que sustituye a su anterior Epiphone, guitarra que sigue teniendo Fat Tino y que tan buen resultado saca en los riffs. El gran Joe encandila con su bajo y su actitud, completando el cuarteto el batería Mike que ni mucho menos desentona. “Mike tiene suerte”, “Gilda” eran otras nuevas muestras de su reciente álbum, como “la tormenta”, “En el infierno” o “Entre los muelles”, solo interrumpida por la divertida “Joe eléctrico”, canción conocida como el apoteósico final con “Durmiendo con los peces”, “16”, “Fat Tino”, “Liao en una manta” y una versión del “Rock & Roll” de Led Zeppelin. Queda claro. No me cansaré de verlos, aunque eché de menos “Llevo poco equipaje”.
Tarde espléndida. Una gran idea los conciertos vespertinos pues a las nueve de la noche ya había terminado todo. Y no debo ser el único en pensar así, pues la gente respondió y ahí estábamos unos cuantos. Los Farelli en su linea de siempre. Frescos y divertidos y la confirmación de que Bourbon apuntan muy, muy alto. Al tiempo.
Por José Luis “El Director”.