Gran vencedora de la Quincena de Realizadores de este año en Cannes quedándose con dos de los cuatro premios concedidos, alabada unánimemente por la crítica internacional, definida como un encuentro entre Ken Loach y Mark Twain, "Les Geants" significa la tercera película de Bouli Lanners, viejo conocido del festival, que, como manda la tradición, este año también hemos tenido la oportunidad de disfrutarla en el certamen asturiano confirmanndo las buenas expectativas.
¿De qué va?
Como cada verano, Zak y Seth (de 14 y 13 años de edad, respectivamente) ven cómo su madre, una persona ausente que está cada vez más en su propio mundo, los deja solos y sin dinero en la casa de campo familiar. Allí, sin embargo, conocerán a Danny, un adolescente espabilado del barrio que les hará vivir una experiencia trepidante y peligrosa.
¿Quién está detrás?
Pintor autodidacta, suerte de Santiago Segura en versión belga, Bouli Lanners ha trabajado como actor en numerosas producciones belgas y francesas tras adquirir popularidad en la comedia televisiva "Snuls" (1989). En 1999 debuta en la dirección en Super 8 con el corto "Travellinckx", una road movie que se paseó por varios festivales. Con su corto "Muno" participó en Gijón 2001, y con su primer largo, "Ultranova," se llevó el Premio Principado de Asturias a la Mejor Película en Gijón 2005. Tres años después volvería a pisar tierras asturianas con "Eldorado," una extravagante comedia marca de la casa que recorrió los festivales de medio mundo de la mano de dos inadaptados a través de un territorio extraño, decorado con verdes colinas, inmensas praderas, casas pérdidas, campings abandonados y estrafalarios personajes dotados de un bizarrismo extremo.
¿Quién sale?
Tres quinceañeros (dos hermanos y un amigo) que -ante la falta de una presencia adulta- quedan a la deriva (emocional y económica) y lo van perdiendo todo, menos el sentido de la aventura, la picardía y la amistad que los une.
¿Qué es?
Nadie sabe + Las aventuras de Huckleberry Finn
¿Qué ofrece?
Un retrato sensible, lírico, bello y delicado, con entrañables explosiones de humor incluídas, sobre la deriva existencial que sufren tres adolescentes condenados por el abandono familiar. Todo ello da pie a un sugerente cruce entre el espíritu aventurero de Mark Twain y el desolador retrato social de Ken Loach y se revela como una historia llena de picardía, notable por su bullicioso buen espíritu, un guión económico y excelentes interpretaciones. Un film de trasfondo devastador trasladado con gran tacto mediante una sonrisa. Sin duda, una agradable sorpresa.