Que quieren que les diga de Iván Ferreiro que no se haya escrito ya. Les podría describir el interminable setlist que tras dos horas dedicó a los presentes en la sala, que como el pronunció es “mítica”, esta Fábrica de tornillos, por la que han desfilado algunos de los artistas más importantes del panorama independiente nacional y algunos quizá ya menos indies.
Con un aforo de sala bastante elevado aunque sin llegar a llenarla, se presentó pasado un cuarto de hora de las 23:00 copa de vino en mano para deleitar con sus mejores temas y esa inconfundible voz que lo hace tan especial. El señor Ferreiro es uno de los grandes de España y su directo y su carrera a lo largo de los años lo avalan. Conjunto con Amaro y el resto de la banda desgranaron temas de la última parte de su carrera en solitario (aunque es raro no verlo siempre bien acompañado por uno u otro músico de alto calibre), además de temas de su anterior carrera con Los Piratas. Un auténtico karaoke de dos horas con temas como “Fahrenheint 451”, “Paraisos perdidos”,” Turnedo” con esa intro de Maga que se va repitiendo en su setlist directo tras directo, además de temas de Piratas como “M”, “Años 80”, “El equilibrio es imposible” y “Promesas”.
Pero no le fue suficiente con ofrecer lo mejor de su carrera en estas “Confesiones de un artista de mierda”, sino que en medio de la parte acústica se marcó un 1999 de Love of lesbian a solas con su piano y los cientos de voces que le siguieron. Iván es uno de los grandes, sus letras que tan profundamente ahondan en nuestras mentes, su sinergia sobre el escenario y su manera de interpretar moverse son tan únicas como su voz que esperamos dure muchos más años de carrera.