El pasado fin de semana de conciertos en Toledo concluía en la Sala Pícaro con Kenedy y Maiora Tibi el sábado. Está bien que una ciudad como esta uno pueda gastarse solamente diez euros, aunque solo se lo pueda permitir de vez en cuando, para ver el viernes a Ed Wood Lovers y Marciano Total y el sábado a los ya mencionados grupos y disfrutar de algo de música en directo.
Abrió la noche la banda sevillana Kenedyen un set acústico para esta ocasión protagonizado por su cantante Iñigo Laspiur. Poco a poco fue desgranando canciones de su último disco 'Guts' que brillaron con gran intensidad en momentos como 'Two'. También destaco la interpretación de 'Some Tales' del EP del grupo llamado 2013.
Música pop-folk con un toque de rock meloso que les emparenta con U2 en una ocasiones o, por decir alguien más cercano, Mumford & Sosns. En cualquier caso, de lo que no cabe duda es de que quedaron ganas de ver a la banda al completo para poder disfrutar de lo que parece, con una escucha rápida de su discografía, una música más grandilocuente.
Siguieron poco después Maiora Tibi. El grupo de Toledo en el que confluyen multitud de influencias que van desde la música sixties inglesa al rock de los 70 estadounidense pasando por el grunge e incluso el brip-pop. Así, por el Pícaro resonaron en la música de los toledanos algo de The Doors, las bases rítmicas de Nirvana, la voz de Noel Gallagher y una pizca de Kasabian.
Pero es precisamente este mar de influencias en el que se pierde Maiora Tibi el que acaba convirtiéndose en uno de sus defectos y no precisamente una virtud. No obstante, desde aquí creo encarecidamente que la banda tiene futuro porque tocan muy bien en directo, su guitarrista es un virtuoso y a su cantante le sobra actitud. Solamente les falta encontrar el rumbo y sonar a ellos mismos y un poco menos al resto.
Revista Cultura y Ocio
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