Crónica Sitges 2011: Carnaza humana para un distópico capitalismo

De ella aseguran que fusiona el oscuro absurdismo de Franz Kafka con la precisa imagen glacial Tarkovskiana. Quién lo afirmaba era Todd Brown, director del portal amigo Twitch, quién nos revelaba que fue uno de los principales tesoros descubiertos en la 'jungla' que supuso el mercado del pasado Festival de Cannes. La ópera prima del valiente cineasta francés Jean Baptiste Leonetti es "Carre Blanc," un fenómeno al que ya nos adelantamos hace un mes con sus tres primeros clips. Pues bien, ayer por fin llegaba a Sitges. ¿Nuestras expectativas? Más o menos, cumplidas.

¿De qué va?

En un mundo deshumanizado, el pequeño Philippe malvive junto a su madre. Tras un intento de suicidio, entra en rehabilitación. Veinte años más tarde, Philippe se ha vuelto un ejecutivo agresivo y calculador que somete a sus empleados a toda clase de pruebas; su esposa Marie observa con desazón cómo ambos se han convertido en extraños. El destino está a punto de cambiar cuando Marie decida luchar contra el sistema para salvar su amor.

¿Quién está detrás?

Tras pasar por la televisión, el documental y la publicidad, en 2004 debutó con el mediometraje Le Pays des ours. ahora llega su arriesgado debut en el largometraje con "Carré Blanc."

¿Quién sale?

El rostro conocido lo pone Sami Bouajila. Los desconocidos Julie Gayet y Jean-Pierre Andreani. Todos ellos son humanos sin alma.

¿Qué es?

La cuestión humana + El Séptimo continente

¿Qué ofrece?

Una gélida y distópica sci-fi movie que nos presenta un desolador fúturo próximo bajo una astuta crítica hacia el capitalismo que asola nuestra actual economía y la decadente deshumanización a la que este monstruoso sistema económico nos puede llevar. Lo hace con una deprimente premisa de dos caras, que ríe tan fácil como apuñala. Divertida y absurda a ratos, sobrecogedora y dramática a otros, la veo más cercana, por la frialdad de sus imágenes y la demoledora crítica social que lleva implicita, a la esencia Haneke que a Tarkovsky o a Kafka (reconozcámoslo, es mucho decir). Humanos sin alma para una sugerente pero ante todo descorazonadora ópera prima que ya nos da una nueva pista a seguir. La de su director Jean Baptiste Leonetti.