Revista Cine

Crónica Sitges 2011: El escuadrón de la muerte

Publicado el 15 octubre 2011 por Fimin

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Una base militar ubicada en un frío páramo colombiano, 9 experimentados soldados en una peligrosa misión y un batallón completo desaparecido sin dejar mayor rastro, son los elementos que conforman "El Páramo," una asfixiante película colombiana filmada en una base militar real a 4300 metros sobre el nivel de mar, con un equipo de trabajo de aproximadamente 60 personas, que diariamente ascendían 3.600 metros para llegar al set de rodaje. Las duras condiciones del rodaje y del páramo, obligaron a la producción a subir un médico y a una enfermera que atendieran los constantes casos de gripe, espasmos musculares y malestar por el cambio de presión. ¿Cine bélico o paradigma del terror? Tanto uno como el otro. Visto lo visto, el esfuerzo mereció la pena. 

¿De qué va?

Un comando especial llega a una base militar abandonada. Cuando uno de los hombres resulte herido, los demás se verán obligados a permanecer en ese espacio siniestro, lleno de inscripciones para protegerse del diablo y asolado por una misteriosa presencia. Los soldados no tardarán en dudar de todo, incluso de sus compañeros y de ellos mismos.

¿Quién está detrás?

El colombiano Jaime Osorio Márquez debutó en el campo del corto y del teatro y a su regreso a Colombia dio el salto a la publicidad. "El Páramo" significa su primer largometraje.

¿Quién sale?

Un escuadrón de la muerte colombiano terrorífcamente interpretado por todos y cada uno de sus integrantes. Al igual que su (supuesta) misteriosa víctima...

Crónica Sitges 2011: El escuadrón de la muerte

¿Qué es?

Corazones de Hierro + Rec

¿Qué ofrece?

Ante todo, un incontestable ejercicio de dirección y una contundente reflexión psicológica además de una punzante crítica hacia el ejército colombiano. Con una cámara incrustada en los personajes y una perturbadora fotografía neblinosa que resulta tan asfixiante como exquisita, nos llega una futura referencia del horror bélico. Hay violencia psicológica. Hay misterio. Hay terror. Hay un cine muy prieto, muy estrecho, que da pie a una terrorífica e inolvidable experiencia cinematográfica. Ahora, si no cabes y quedas fuera, probablemente termines absorbido por la retorcido carácter psicológico de un film cuyo máximo responsable ya tiene el billete a Hollywood asegurado. Apunta a Mejor Director en Sitges.


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