Crónica Sitges 2011: La familia Solondz en versión gore

Lucky Mckee vuelve a casa. Tras ganarse el título de hijo pródigo del festival con una desbocada "May" hace prácticamente una década, el director estadounidense volvía a Sitges con "The Woman." Pues bien, entrañable él, lo ha hecho por la puerta grande, presentando la película en el auditorio con botas de trecking y pantalones cortos y afirmando, literalmente, que “os vais a cagar de miedo.” Nuestra simpatía desde luego se la ha ganado. Pero...¿y "The Woman"?. Mejor dicho, "The Man"...

¿De qué va?

Christopher Cleek es un abogado y (supuestamente) modélico padre de familia cuyas virtudes serán puestas a prueba tras su encuentro con una mujer salvaje que vive en los bosques cercanos a su casa de campo. Pese a la violenta actitud de esta, Christopher intentará “civilizarla”, arriesgando las vidas de su propia familia, que pronto descubrirá lo que se oculta tras esta mujer.

¿Quién está detrás?

Buen amigo de Sitges desde que triunfó en el festival con May (02), McKee se ha consolidado como uno de los nombres clave del nuevo fantástico por su interés en explorar las muchas facetas del terror en filmes tan distintos como El bosque maldito (06) o Red (08).

¿Quién sale?

A la salvaje Pollyanna McIntosh le acompañan una supuesta ejemplar familia americana liderada por el lascivo Sean Bridges.

¿Qué es?

Entre lobos + Happiness + Padre de familia (en versión gore)

¿Qué ofrece?

Interesante a la hora de atentar contra la supuesta felicidad de la ejemplar familia americana con contundente mala leche, floja cuando toca resolver el retorcido retrato de las miserias que se esconden tras una (supuestamente) deseada vida en familia unida. Su presentación resulta inmejorable, con un afable padre de familia que según nos vamos adentrando en el relato descubrimos,  que es, con perdón, no tiene otra posible denominación posible, un auténtico demente hijo de puta que maltrata a su mujer, deja embarazada a su hija, convierte a su hijo en un psicópata y encima le da por intentar civilizar con sus particulares métodos a una mujer salvaje que ha cazado en el bosque. Así, como suena, ellá será quien finalmente nos demustre que quizá la verdadera civilización humana está en la vida salvaje y no en la urbana. Además de su pobre rigor formal, el problema de este brutal retrato familiar al más puro estilo Solondz es que a ratos parece ser paródico, a ratos parece querer perturbar y a ratos parece no saber que es lo que realmente pretende. Una pena,  se atisban detalles intereasantes pero finalmente nos queda la sensación de haber asistido a un salvaje divertimento de terror menor, más propio de Midnight Extreme que de Sección Oficial.