08 de Octubre del 2012 | etiquetas: Festival de Sitges, Festivales 2012
Twittear
Lástima, el supuesto carácter transgresor de "Motorway" se transforma en absoluta convención mientras su prometedor parentesco con "Drive" acaba por difuminarse para evocar directamente a "Karate Kid" de la mano de un nuevo Daniel Sun (del volante en este caso) y un encubierto señor Miyagi que nos conducen a gran velocidad pero sin ninguna potencia.
¿De qué va?
La pole la conforman un policía novato ansioso por demostrar su destreza al volante, un veterano con ganas de abandonar el servicio y dejar el volante, y un nuevo 'Driver' que se adentra en la cárcel para darse a la fuga con otro preso y dar así un nuevo y definitivo golpe.
¿Quién está detrás?
Tres años después de "Accident", su director vuelve a echarse a la carretera de la mano de Johnnie To (quien produce) pasándose de revoluciones en "Motorway". Sitges vuelve a dar luz verde a Soi Cheang.
¿Quién sale?
Al aprendiz Shawn Yue y el driver Guo Xiaodong les acompaña el habitual de Johnnie To, el profe Anthony Wong.
¿Qué es?
Karate Kid + Drive pasado por el filtro hongkongnés.
¿Qué ofrece?
Lo que prometía un nuevo "Drive" acaba por desembocar en un mero "Karate Kid" del asfalto, en el que un poli veterano a punto de retirarse enseña a su joven aprendiz, como si de la Técnica de la Grulla se tratara, a realizar la maniobra clave con la que un chófer criminal logra escaparse contínuamente de la policía en sus golpes. Lo que viene a continuación (y con anterioridad) se lo pueden imaginar. Contínuas persecuciones pasadas de revoluciones, plasmadas con intensidad pero sin garra, dan pie a la típica peli de acción hongkongnesa, aunque en este caso, sin ni un solo atisbo de desparpajo, carente de personalidad y de forma tediosamente plana. Y por más que a uno apriete a fondo el acelerador, las rutas convencionales que transita me llevan a mirar constantemente el reloj consciente de saber donde está la meta. Mala señal.
Nota: 4.5 / 10