11 de Octubre del 2014 | etiquetas: Festival de Sitges, Festivales 2014
TwittearEl legendaro director de los "Gremlins", "Aullidos" o "El Chip Prodigioso", incomprensiblemente gran desconocido por la nueva generación de cinéfilos, incurre en el campo romántico pero ante todo, descerebradamente cómico...desde el registro zombie. "Burying the Ex", o lo que es lo mismo, "La Novia Cadáver" a lo sit-com, y por Joe Dante. Que no es poco.
¿De qué va?
Burying the Ex nos presenta a Max, un chico versátil y agradable y a su increíble y bella novia, Evelyn. Su relación cae en picado tras comenzar a vivir juntos porque Evelyn resulta ser una manipuladora y controladora pesadilla. Max sabe que es hora de dejarlo todo, pero hay un problema, está aterrorizado con la ruptura. El destino interviene cuando Evelyn muere en un extraño accidente, dejando a Max soltero y listo para comenzar una vida nueva. Y es entonces cuando conoce a Olivia, una linda y fogosa chica que es su alma gemela. Pero Evelyn se levantará de la tumba para recuperar a su novio… incluso si para ello tiene que convertirlo en un no-muerto.
¿Quién está detrás?
Joe Dante es mucho más que únicamente el director de "Los Gremlins". Es ante todo un auténtico emblema del cine cómico, fantástico y de terror que marcó la década de los 80, y un referente único para cualquier buen cinéfilo que en aquella época disfrutaba con títulos que hoy se sienten tan nostágicos como "Piraña", "El Chip Prodigioso" o "Matinee".
¿Quién sale?
Anton Yelchin con el corazón (no tan) partido. Entre la bella pero manipuladora Ashley Greene y la exhuberante e igualmente simpática Alexandra Daddario. La apuesta es clara.
¿Qué es?
La versión sit-com de "La Novia Cadáver"
¿Qué ofrece?
Joe Dante se ríe de las rupturas sentimentales y atenta contra las ex-parejas, aquelllas cuya molesta presencia nunca cesa, incluso en este caso, por más que esté muerta. Con semejante carta de presentación, ¿quién no se siente identificado? "Burying the Ex" es un homenaje al género rey, pero ante todo a la serie B. Una suerte de sit-com chistosa y descerebrada protagonizada por una zombie vegana, empapelada de pósters de giallo, que transita sesiones dobles de Tourneur, una proyección golfa de "La noche de los muertos vivientes" en pleno cementerio, o que incluso no reniega de su principal referencia: "La Novia Cadáver" de Tim Burton. Y como quien dice, esto no es más que su envoltura, porque lo que realmente yace en ella es una comedia desatadamente gamberra, que tiene el estimable ingenio de sobreponerse a los escasos recursos de producción sobre los que bascula (no olvidemos que su proceso de posproducción tan solo fue posible gracias al crowdfunding) con un humor tan irónico y corrosivo como desbocado y abrupto. Con una esencia tan nostálgica y cinéfila como deliranteménte vándala. Que tiempos aquellos.