El pasado sábado 22 de Julio acudimos a la tercera jornada del NoSinMúsica. Este festival, aclamado año tras año por los asistentes nos dio una buenísima impresión desde el primer momento, resultando abarcable, ordenado y con un magnífico ambiente.
Este último día presentaba un cartel muy potente y equilibrado formado tanto por figuras emergentes como por grandes estrellas bien consolidadas. Arrancamos a primera hora con los sevillanos Full y su pop – rock luminoso. En las redes sociales se ha criticado el horario de actuación, demasiado temprano para sus seguidores. Evidentemente, en una programación como esta, nunca llueve a gusto de todos pero ellos cumplieron muy bien con las expectativas. Les siguieron en el Tricentenario Stage Random Thinking, con su estilo smooth jazz – blues. Al igual el sol en la cara y el horario tampoco les hicieron flaco favor pero en los festivales es lo que toca: curtirse y seguir creciendo como banda. Bien por ellos, les seguiremos de cerca en el Festival la Isla del Blues (San Fernando, 5 de agosto).
De vuelta al escenario principal, llamado Brugal Stage, y como un reloj suizo en la programación de horarios, tuvimos la actuación brillante de Depedro. El polifacético músico mostró a un público cada vez mayor el artistazo que es y que además de demostrarlo en estudio, es más que capaz en directo. Como seguidor temprano que soy de su trabajo, me encantó ver como el público va disfrutando poco a poco con él. Igualmente, hay que mencionar en este directo el impresionante trabajo de la banda de acompañamiento. Su sonido mezcla rock con tintes fronterizos y ecos latinos. Destacó en su agradecimiento “…por los verdaderos héroes que trabajan por la cultura en este país”, en alusión a los organizadores del festival y el (lamentable) momento que vivimos a este respecto en nuestro país.
Detergente Líquido continuaron el recital con su pop naïf, bailable y ensoñador. Un momento dulce con buenos músicos locales. Tras ellos llegaría la primera figura de la noche, Coque Malla. Empezaron rotundos, rock and roll 100% español, con un sonido de impresión que se iría descafeinando hacia la mitad del concierto por culpa de un abuso de medios tiempos en el orden del repertorio. El Coque Malla más poeta se nos presentó como un artista que no se resigna a quedar en el olvido de los 80: desgranó su colección de canciones alternando con los éxitos más conocidos. Invitó a Jairo Zavala (Depedro) a tocar el lap steel en un par de temas.
Tocaba cenar y reponer fuerzas en los food trucks instalados. Hay que decir, como nota negativa, que estos fueron insuficientes para satisfacer al numeroso público, pues las colas que se montaron debería ser tenidas en cuenta para próximas ediciones.
El sexteto madrileño The Grooves repartieron dosis de funk, rock e incluso disco en una actuación muy bailonga cuyo hándicap era hacer de teloneros de Lori Meyers. Chapó por el combo, afrontando las dificultades propias de la hora de la cena. Me gustaría volver a verlos con más dedicación. Y llegó el momento más esperado para las miles de personas que allí estábamos, los granadinos Lori Meyers, que con una presentación cargada de luces y efectos comenzaron su concierto. Aunque les he visto en otras ocasiones, esta vez me parecieron una banda de otro nivel: los grandes escenarios ya son su territorio natural. No se acomplejan y se manejan a la perfección. Desgranaron un repertorio que no dejaba concesión ni un segundo a la tranquilidad y recorrieron temas de todas sus etapas. La banda ha madurado y evolucionado y su indie rock hizo las delicias del personal, que no paraba de corear y jalearles. Cabe destacar la belleza de las proyecciones que les acompañaron, francamente deliciosas.
El turno ahora tocaba a Furia Trinidad y aunque estos lo tenían complicado, recogieron el testigo e hicieron que la fiesta no decayese. Esta compleja tarea la solventaron a base de un rotundo sonido fronterizo, enseñándonos de lo que son capaces. El cuarteto gaditano estuvo fantástico, con un sonidazo impecable.
Ya era la 1.30 de la noche y comenzaba el cansancio a hacer mella en el personal. Empezaban las primeras deserciones y Miss Cafeína, otro de los platos fuertes supieron hacer suya la oportunidad, dando todo un recital. No pararon ni un momento y dejaron el listón muy muy alto para Champagne. Los de San Fernando, una de mis debilidades, se mueven como pez en el agua en estos escenarios y lo demostraron como hacen en todas sus actuaciones. Su power – pop tiene una altísima calidad: guitarrazos, melodías brillantes, estribillos pegadizos y una elegancia propia que dejó impronta en el personal.
Cerraron en el escenario principal la edición 2017 del NoSinMúsica los Varry Brava con su sonido indie, a caballo entre el pop – rock y la electrónica. Los que resistieron se lo pasaron más que bien, dejando un buen sabor de boca y a algunos con ganas de más.
Desde la Caravana del Rock agradecer a la organización la atención prestada (gracias, Julio!). ¿Notas negativas?: pocas o casi ninguna. Quizá algún puesto más de comida para evitar las colas que se formaron sería algo a mejorar, como dijimos antes. Tampoco pasó inadvertida la notoria presencia de la Guardia Civil, que no es más que un reflejo del momento que nos ha tocado vivir. Mil gracias por su labor, pero es muy triste que tenga que ser así.
En definitivas cuentas, un ambientazo de lujo para el NoSinMúsica, un cartel muy potente y agradecer una organización fantástica a los promotores festival (esos héroes que antes citaba Depedro) al que prometemos volver.
Nacho (Erasmus Arne Saknussemm).