02 de Septiembre del 2012 | etiquetas: Festival de Venecia, Festivales 2012, Crítica
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Él; vende limones, a ella; se le cae el pelo por un cáncer. Ambos se enamoran, y para colmo, Pierce Brosnan ante cámara, la responsable de "Después de la Boda", tras ella, y su título es "All You Need is Love". Reconozcámoslo, con semejantes mimbres, uno no puede más que ataviarse con un paquete de kleenex y prepararse para derramar mares de lágrimas. Pero no, a Susanne Bier esta vez le da por sonreir y obsequiarnos con una simpática comedia romántica con cierto enredo, que a pesar del drama que constantemente amenaza (no podía falta a la fiesta) uno no puede dejar de tener la sensación que está ante la nueva peli de Woody Allen. Y la verdad, no entra nada mal.
¿De qué va?
Un hombre de negocios especializado en el comercio de limones y una mujer enferma de cáncer que ha perdido tanto su pelo como su marido, coinciden en la boda entre sus respectivos hijos, celebrada en el idílico sur de Italia, donde, no podía ser de otra forma, surge el amor.
¿Quién está detrás?
Susanne Bier significa llorar a moco tendido y llorar a moco tendido significa éxito en taquilla. Más aún, con un reciente Oscar a sus espaldas. Pero no, a la responsable de "En un mundo mejor" le da ahora por hacer de Woody Allen y nos sorprende con una comedia. Y si son así, que vengan muchas más.
¿Quién sale?
Trine Dyrholm, la que según Alec Baldwin es, la mejor actriz del mundo. Y para tanto no será, pero queda claro que en "All you need is love" es, sin duda, la reina absoluta de la función. Su frescura y naturalidad empapan toda la película de mismas virtudes. Y por si fuera poco, sorpresa, la jubilación tampoco parece sentarle nada mal a James Bond.
Susanne Bier en la piel de Woody Allen" />
¿Qué es?
Susanne Bier haciendo de Woody Allen
¿Qué ofrece?
Una buena elección para proyectar fuera de concurso en un festival como Venecia, más aún, después de noquearme con las 2 horas del tedioso romance parroquial propuesto por "To the Wonder". Y sí, por suerte, y a pesar de temerme lo peor con solo pensar que tras Malick, tocaba Bier, la propuesta de la oscarizada realizadora danesa me lleva por caminos completamente diferentes a los transitados por los últimos títulos de su lacrimógena filmografía. "All you need is love" emana frescura, espontaneidad, un hilarante sentido del humor y ante todo, una entrañable (que no molesta) historia de amor. ¿Dulce? no lo duden, ¿pastelona? a ratos, por descontado. Pero en el momento que al pastel le pones unas velitas, lo adornas como es debido, y sobre todo, cuentas con los invitados apropiados, es decir, divertidos, la fiesta, siempre acaba mejor.
Es el caso de la 'boda' que Susanne Bier celebra en "All you Need is Love", cuyos comensales, cumplen, todos y cada uno, a la perfección con sus respectivos papeles. Desde una tía completamente desmadrada y su depresiva hija que se agarra el pedo de su vida, alguno que otro que le cuesta salir del armario y un gañán que tiene el tacto suficiente como para llevarse al pendón de su amante cuando, éste no es otro que el padre de la novia y el marido de la madre, quien, escasos días antes, ha sido sorprendido montándoselo en el sofá de su casa mientras ella debería estar soportando una sesión de quimio. Lo se, todo es un lío, pero el caso es que el lío tiene gracia, más aún, si nos da por imaginarnos como sería semejante percal en manos de Woody Allen y damos con "All You need is Love", una de esas propuestas sin grandes pretensiones pero que según el día, la hora, y el momento en que llegue a tus ojos, puede cumplir, y de sobra, con tus expectativas, como ha sido en mi caso en el día de Terrence Malick.