03 de Septiembre del 2013 | etiquetas: Festival de Venecia, Festivales 2013, Crítica
TwittearHe de reconocerlo, el cine de Amos Gitai no es que digamos santo de mi interés ni devoción. Sin embargo, "Ana Arabia" se presenta rodada en un único plano secuencia de 85 minutos de duración. Razón más que suficiente para que despierte mi curiosidad. Otra cosa es ya que la curiosidad se traduzca en atracción o en comedida pasión.
¿De qué va?
Una joven y hermosa reportera visita una pequeña comunidad de marginados en la que judios y árabes conviven juntosy descubre un mundo completamente diferente de lo que imaginaba.
¿Quién está detrás?
Probablemente estemos ante el director hebreo de mayor renombre. Habitual del Festival de Cannes (participo con "Zona Libre" (ver online) entre otras) y reconocido en Venecia por "Promised Land" (ver online), con la que resultó premiado.
¿Quién sale?
Es la mayor belleza que uno se puede encontrar en Venecia. Y no, no me refiero precisamente a Scarlett Johansson, más bien a Yuval Scharf. Saliendo de su boca palabras contadas, ella es el principal hilo conductor y catalizador de "Ana Arabia".
¿Qué es?
Capitán Abu Raed (ver online) + El Arca Rusa
¿Qué ofrece?
Tradición, historia, política, reflexión y denuncia, al servicio de una propuesta comedidamente atractiva que sin embargo, no resulta tan rompedora como promete. El supuesto riesgo y el conservadurimsso tapado se dan cita en la nueva película de Amos Gitai. Rodada en un único plano secuencia, el reto no estimula tanto como promete. Con muy pocos y breves movimientos de cámara, "Ana Arabia" acaba por articularse a base de largos planos estáticos en el que la composición y movimiento de los cuerpos que los transitan son su único atractivo reseñable. Por lo demás, la vida sigue igual para el director de "Promised Land", quien esta vez incide en la fábula social para recordar aquellos tiempos cuando hebreos y árabes convivían felices y comían perdices, con la premisa de provocar la reflexión de turno que incida en la incomprensible intolerancia y violento fundamentalismo que hoy día sacude el conflicto de Oriente Medio. Mucho más cerca de resultar un hebreo arcáico que del arca hebrea, Amos Gitai apunta, dispara, pero tampoco mata con "Ana Arabia".
Nota: 6 / 10