Crónica Venecia 2013: "The Canyons" cuernos, orgías y cines en ruinas

30 de Agosto del 2013 | etiquetas: Festival de Venecia, Festivales 2013, Crítica

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Serie B, esencia noir, Paul Schrader, Lindsay Lohan y un glamuroso porn-star, al servicio del 'bueno' de Bret Easton Ellis en un thriller erótico de alto voltaje sexual rodaado sin un duro. Con semejante carta de presentación, "The Canyons" no encontró su sitio en Sundance, tampoco se lo hicieron en Berlín, SXSW ni Cannes. Donde si le han abierto las puertas es en Venecia, donde hoy ha acontecido su estreno internacional como proyección especial de la Sección Orizzonti, que tiene al mismísimo Paul Schrader como presidente del jurado. La Lohan entre cuernos, orgías y cines en ruinas. Ahora sí, empieza la fiesta.

¿De qué va?

Un thriller contemporáneo que documenta las vidas de cinco jóvenes de entre 20 y 30 años en su búsqueda de amor, poder, sexo y éxito en el Hollywood actual.

¿Quién está detrás?

Tras la cámara, el padre biológico de "Taxi Driver", Paul Schrader. Al guión, uno de nuestros escritores-bocazas preferidos. Niño prodigio echado a perder por múltiples adicciones que, década y media más tarde, acaba rehabilitándose con una novela extraordinaria como "Lunar Park" y que hace dos años triunfaba con su última joya, "Imperial Bedrooms". Pero antes, mucho antes de morir y resucitar, Bret Easton Ellis dio luz a una obra entre la que destacaban títulos como "American Psycho", "Menos que cero", "Las reglas del juego" o "Los Confidentes", todos ellos llevados a la gran pantalla con resultados variopintos.

¿Quién sale?

Lindsay Lohan y James Deen encabezan un plantel de secundarios en el que todos parecen jugar a ver quien lo hace peor, incluido el propio Deen. Por una vez, Lindsay Lohan es la única que se salva de la quema. Y a pesar de que luce, tampoco mata.

¿Qué es?

Lo más parecido a "The Canyons" podríamos encontrarlo en "Road to Nowhere" de Monte Hellman.

¿Qué ofrece?

"The Canyons" es tan pretendidamente mala que al final te gana. Un estreno morbosamente ultraesperado que al igual que su creador, premeditadamente carece de todo tipo de valores. La importancia exclusiva de lo material y lo nada trascendental forman parte de la crítica al sistema social en el que Bret Easton Ellis ha vivido inmerso desde su juventud, un sistema al que vuelve apuntar con bala, esta vez con la recortada de Paul Schrader. Una película snob, caliente y traviesa, que tampoco pretende ser buena, y que sin tomarse en ningún momento en serio, se articula a través de sus acartonadas interpretaciones y un guión que no inquieta ni enriquece tanto como el contexto en el que se envuelve. Al igual que lo hace Sion Sono en "Why don't you play in hell?", "The Canyons" ofrece un requiem alternativo a los 35 mm así como a la pantalla grande. La constante presencia de cines en ruinas que tanto poblan sus imágenes, sin que tengan incidencia en ellas, es el verdadero testamento de "The Canyons". Un inofensivo artefacto rodado sin un duro, de forma tan libre, que lo que trata es de recordarnos que el cine como tal, como siempre lo hemos vivido, ha muerto. Toca regenerarse. Siendo honestos, es mala pero tiene personalidad, y sobre todo, gracia.

Nota: 6 / 10