03 de Septiembre del 2013 | etiquetas: Festival de Venecia, Festivales 2013, Crítica
Twittear
Los aliens han llegado a la tierra para recolectar humanos y llevárselos a su planeta donde se considera la carne humana como un plato digno del Rincón del Gourmet. Con esta premisa regresa al cine el muy añorado Jonathan Glazer, y lo hace once años después de brindarnos una de las películas más sugerentes y perturbadoras de la última década. Su protagonista, que no es otra que Scarlett Johansson, reconocía que es la película más experimental que ha rodado jamás, y por más que en su currículum estén Woody Allen o Sofia Coppola y no Chris Marker o Jonas Mekas, "Under the Skin" prometía otros muchos alicientes por la que merecía ser ansiadamente esperada. Hoy por fin llega a nuestros ojos lo último de del director de "Reencarnación". ¿Veredicto?
¿De qué va?
Una alien se traslada a la tierra, camuflada de manera perfecta como una mujer de bandera. Su objetivo no es otro que el de recorrer distintos lugares buscando presas humanas haciéndose valer de una sexualidad tan voraz como sensual. Ella es mortífera y tremendamente eficiente, hasta que comienza a darse cuenta de la complejidad de la vida en la tierra.
¿Quién está detrás?
Un nombre que aunque no suene habitualmente, cuando suena en el mundo del cine lo hace con energía y contundencia. Es el director de "Reencarnación" y "Sexy Beast", Jonathan Glazer. Ahora, cuando lo hace en el mundo de la música, impacta aún con más fuerza. ¿Radiohead? ¿Massive Attack? ambos los tiene en cartera.
¿Quién sale?
Scarlett Johansson. Fría, distante, poco expresiva y prácticamente sin palabra. Más bella que nunca y absolutamente alienada.
¿Qué es?
"Species" + Philippe Grandrieux en formato videoclip y un toque de "Never let me go"
¿Qué ofrece?
Una de las películas más esperadas de los últimos tiempos, "Under the Skin" abre fuego con la contundencia, energía y personalidad que de ella se espera. Coquetando con el cine más experimental y radical, lo nuevo de Glazer me impregna y devora con absoluto aplomo y ambiciosa inventiva, tanto que no tarda en venirme a la cabeza la mirada de Philippe Grandrieux, especialmente la de "La Vie Nouvelle" y "Une Sombre". Ambas, de una intensidad difícilmente comparable, se traducen en absorbentes experiencias físicas tanto como emocionales que indagan en la violencia sobre los cuerpos y sobre la mirada, hasta alcanzar una rara, violenta pero magnética cualidad abstracta. Oscura e inquietante virtud que también atribuyo a la intensa mirada con la que Glazer nos apunta en su nuevo film, aunque lamentablemente no acabe por explotarla, acercando sus rompedoras fugas al formato videoclip, y difuminándo su austera locura en un tercer acto mucho más previsible y esperado que sorprendente y arrojado. Sensaciones encontradas para una película tremendamente estimulante, cuyo discurso no resulta tan asombroso y atractivo como la penetrante atmósfera y agresiva creatividad sobre la que bascula. Dará que hablar.
Nota: 8 /10