Crónicas Berlinale 2011: Día # 5

Seguimos en la brecha, estamos en Berlín. Toca una nueva mirada del responsble de la estupenda "A propósito de Elly," el retorno de un hijo pródigo del festival tras 15 años de ausencia, el western neorealista de Kelly Reichardt y la reaparición de una vieja gloria como John Landis. ¡Al lío!

"NADER Y SIMIM, UNA SEPARACIÓN"

¿Quién está detrás?

El director de la excelente, "A propósito de Elly", Asghar Farhadi.

¿Quién sale?

Algunos de los protagonistas de "A propósito de Elly".

¿Qué es?

Una obra maestra.

¿De qué va?

Un marido atado a su casa para cuidar a su padre senil, una esposa pidiendo el divorcio pues quiere abandonar el país y una hija aplicada en los estudios que debe decidir si seguir a padre o madre. Ellos son los ricos, la familia acomodada de un Teherán culto y poco religioso, del otro Irán.

Una mujer, cuidadora del anciano senil, embarazada al principio, desolada después al perder a su niño por un accidente doméstico, su hija de cinco años y su marido, desempleado, nervioso, endeudado. Ellos son los pobres, la familia religiosa del Teherán conocido, los que acabarán demandando a los primeros por asesinato.

¿Qué ofrece?

La mejor descripción de personajes que se ha visto en Berlín consagra a Farhadi como uno de los grandes autores de nuestro tiempo, capaz de descubrir un nuevo Irán al espectador occidental y de describir un drama lleno de capas y tensión capaz de plantear (y resolver) cuestiones sobre la familia, la religión y la lucha de clases con una maestría inaudita en esta edición de Berlinale. 

"BURKE & HARE"

¿Quién está detrás?

El director de "Un hombre lobo en París", John Landis.

¿Quién sale?

Simon Pegg, Andy Serkis, Tom Wilkinson.

 ¿Qué es?

"La comedia de los terrores" + "I sell the dead"

¿De qué va?

En la Inglaterra de mitad del s.XIX una pareja de fracasados emprendedores da con el negocio de sus vidas: vender cadáveres a los anatomistas de la zona. ¿El problema? Los médicos trabajan mucho y la gente vive más. ¿Qué hacer? Acelerar la transición vida-muerte de unos cuantos landronzuelos mediante lo que comúnmente conocemos como asesinato.

¿Qué ofrece?

Cine de los 80 en el año 2010.  Hora y media de serie B llena de humor negro, clásica y previsible que no restaurará el nombre de John Landis tras décadas de ostracismo pero sí le debería servir para regresar al circuito de festivales de cine fantástico. ¿Lo veremos por Sitges? Muy probablemente.

"GOOD NEIGHBOURS"

¿Quién está detrás?

Cyril Tuschi, un director premiado en el Festival de Berlín hace 15 años.

¿Quién sale?

Xavier Dolan, Jay Baruchel ("El aprendiz de mago"), Scott Speedman ("Underworld").

 ¿Qué es?

"Misterioso asesinato en Manhattan" + "No matarás al vecino"

¿De qué va?

A mediados de los 90 en Québec, en pleno referéndum sobre la independencia del país, un asesino en serie tiene aterrorizado a un barrio residencial del que forman parte losbuenos vecinos a los que hace referencia el título.

¿Qué ofrece?

Una película con reparto cinematográfico y vocación televisiva. A ratos historia de amor a tres bandas con regusto indie, a ratos thriller de suspense con una trama que de tanto girar parece tener vocación de contorsionista, a todas horas, una obra falta de ritmo y de personajes esféricos. Destino: domingo tarde desde el sofá de casa.

"MEEK'S CUTOFF"

¿Quién está detrás?

La nueva musa del indie yankee, Kelly Reichardt.

¿Quién sale?

Michelle Williams, Paul Dano, Bruce Greenwood, Will Patton.

 ¿Qué es?

"Días de cielo" + "Caracremada"

¿De qué va?

Una caravana de hombres y mujeres, perdedores profesionales, acaba en medio del desierto, sin agua, sin comida y, lo que es peor, sin tener idea alguna de como salir de allí hasta que se encontrarán con un indio que cambiará sus vidas.

¿Qué ofrece?

Para unos: la consagración de una directora singular, suerte de Terrence Malick de nuevo milenio, capaz de crear un western existencial inédito en la historia del género. Para otros: la confirmación del fracaso de un nuevo cine indie norteamericano basado en pocos diálogos, planos eternos, tramas faltas de peripecia y decisiones tan cuestionables como rodar un western en formato 1.1:33, es decir, en formato de televisión de los años 60, cuadrado, lejos del cinemascope habitual del género. Reichardt tiene sus razones, ¿quién las da por buenas?