"Los ojos sin rostro," "Inseparables," "Frankenstein," "Vértigo" e incluso el Fritz Lang de los años 20 o el De Palma más manierista habitan la piel del nuevo Almodóvar. Es la conclusión a la que llegamos tras su aplaudido pase hoy en la Croisette, referencias que uno nunca pudiera imaginar que llegaran a remitir a un film del maestro manchego. Su esperada incursión en el cine negro ha provocado éstas y muchas más comparaciones en un enfermizo melodrama noir que coquetea con la ciencia ficción, el terror y que el propio Pedro ha definido como "una reflexión sobre arte y ciencia". "La piel que habito" apunta alto y llega aún más alto encandilando a la crítica internacional. Por más que ayer Almodóvar declarara estar preparado para irse de vacío, hoy, más que nunca, apunta a la Palma de Oro. ¿Tocará el cielo?
¿De qué va?
Después de que su mujer sufriera quemaduras en un accidente de tráfico, el doctor Robert Ledgard, un eminente cirujano plástico, se dedica a la creación de una nueva piel con la que hubiera podido salvarla. Doce años después de la tragedia, consigue cultivar una piel que es un verdadero escudo contra cualquier agresión. Además de los años de investigación y de experimentación, también necesita un conejillo de indias, un cómplice y una falta total de escrúpulos. Los escrúpulos nunca han sido un problema. Marilia, la mujer que se ocupa de Robert desde que nació, es la cómplice más fiel. En cuanto al conejillo de indias...
¿Quién está detrás?
Pedro Almodóvar en clave noir
¿Quién sale?
El director manchego 'ficha' a Elena Anaya y se reencuentra con Antonio Banderas y Marisa Paredes para adaptar una historia libremente inspirada en la novela negra “Tarántula” de Thierry Jonquet.
Algo así como
"Los ojos sin rostro" + "Inseparables" + "Frankenstein" + "Vértigo"
La prensa ha dicho
La prensa nacional no ha tardado en hacerse eco:
Luís Martínez se muestra efusivo en El Mundo afirmando que es "Radical, voraz, quirúrgicamente perfecta. Tan precisa como abrumadora. La piel que habito consigue ofrecerse como la más exagerada de todas las obras de Almodóvar renunciando a la gestualidad de Almodóvar. La línea que separa lo sublime de lo ridículo, decíamos al principio, es delgada. Pero, esta vez, y ése es el objetivo, ni existe."
Al igual que Manu Yáñez en Fotogramas, quien no duda en compararlo con el mismísimo De Palma: "La piel que habito remite, por espíritu y estética, al Brian de Palma más manierista, tosco y directo, aquel que nos regaló joyas como Femme Fatale (2002) o Doble cuerpo (1984). En este sentido, Almodóvar consigue que una de sus películas más epidérmicas, conjugada en torno a pieles y máscaras, conecte con la dimensión más profunda de su cine: aquella capaz de poner en cuestión los pilares de la identidad humana, siempre zarandeada por dudas sexuales, artísticas y existenciales."
Sara Brito se muestra más comedida en Público aunque también elogia su atrevimiento escribiendo que "pocas pistas se pueden dar en un thriller que justamente basa su interés en los misterios de una trama con giro final entre audaz y ridículo. No está el clásico travesti almodovariano pero sí un personaje delirante disfrazado de tigre (Roberto Álamo). (...) Almodóvar no renuncia en La piel que habito ni a su paleta de colores ni a la palabra, si bien aquí ambos elementos están usados de forma más contenida. (...) No hay mujeres al borde de un ataque de nervios pero sí la perversión marca del director llevada al extremo."
Sergi Sánchez sin embargo cae rendido ante la perversa propuesta del manchego en La Razón concluyendo que "La película que se retuerce alrededor de una combinación de dualidades. Resulta admirable comprobar que el cineasta navega por un mar de géneros y que no se deja amilanar por los cambios de rumbo. Las salidas de tono están felizmente integradas en narración del filme. Almodóvar ha logrado quitarle la piel a la pantalla, dejando que nuestros ojos tropiecen en carne viva con su descarnada tragedia. Y, la verdad, aún escuecen."
E. Rodríguez Marchante sin embargo, discrepa en ABC, aunque augura premio: "Almodóvar no encuentra el modo de proporcionarle profundidad a esta historia. Ya sin ni siquiera un gramo de frescura o de frescor en lo que quiere transmitir, Almodóvar se queda en gracioso a pesar suyo. Pero Almodóvar tienen vida propia al margen de la esponjosidad de su cine, y de que no solo es tan favorito hoy como ayer, sino probablemente un poquito más. Cannes tiene ganas de darle una Palma de Oro a Almodóvar y Almodóvar también tiene ganas de que Cannes se la dé. Quizá sea éste su año aquí."
Más allá va Salvador Llopart en La Vanguardia, quien asegura que "La piel que habito está falto de intensidad y de precisión. Como propuesta de ciencia ficción, es inocente, más propia de películas con científico loco dentro. Y respecto al horror, que es en lo que Almodóvar también pone el acento, bueno, lo mejor que se puede decir es que su horror es austero, concebido con un vago, ligero, forzado sentido de la opresión. En una atmósfera apenas un caserón abstracta, impersonal, sin humor."
Y como no podía ser de otra forma Carlos Boyero pone la guinda en El País en su cruzada anti-almodovariana tras calificarla como "una notable estupidez" añade que "Es inútil hablar a los lectores del amor, la indiferencia o la irritación que te transmite una película que ellos no podrán juzgar hasta dentro de cinco meses. Cuando ocurra, pasen y vean. Volveré a escribir de ella. Con anticipada fatiga. O pidiendo perdón por mi imperdonable miopía cuando Cannes la estrenó a bombo y platillo."
Toca dar paso a una opinión internacional que no escatima elogios:
Kirk Honeycutt se muestra encandilado en the Hollywood Reporter escribiendo que "Almodóvar se adentra en la ciencia ficción sin abandonar nunca sus temas favoritos de identidad, ansiedad y traición. Al igual que muchos experimentos de laboratorios, este hibrído melodramático crea una fusión inestable que sólo alguien del talento del manchego podría combinar con la sutilidad necesaria para que no echen por la borda toda la película."
Matt Holmes por su parte le otorga cuatro estrellas y media en Obssessed with film tirando de comparaciones "Aunque suene jodidamente raro, imagínense por un momento "Frankenstein," "Los ojos sin rostro," "Inseparables" e incluso "Vértigo" mezclados por el tío que rodó "La mala educación." ¿Quizá, podríamos incluir, también, algo de Fritz Lang?
Fionnualla Halligan también se siente abrumada en Screen "con un melodrama sexual capaz de unir la austeridad visual de sus más recientes trabajos con elementos propios del entretenimiento Almodovariano. Cirugía y sexo se casan de forma visual constando que Almodóvar es el anti-Cronenberg mediante provocativas incisiones quirúrgicas que envuelven a una hermosa Elena Anaya." Y añade "Banderas florece en su retorno al cine español."
Dave Calhoun se suma a los elogios en Time Out. "La meticulosa dirección de Almodóvar y una excelente interpretación de Banderas nos ofrecen una intensa experiencia cinematográfica"
Peter Bradshaw va más allá en The Guardian otorgándole cuatro estrellas y asegurando que "Almodóvar regala algo hipnótico a la estética porno-quirúrgica con su operante teatro de la crueldad. Es loca y retorcida y su coreografía resulta soberbia."
Finalmente, James Rocchi se pone poético en The Playlist: "la película es exactamente tan fina como la piel de nuestros cuerpos que separa nuestra sangre del mundo exterior. Tan únicamente bella como inconfundiblemente imperfecta"
VEREDICTO
Nos lo ofrce Luis Martínez en el El Mundo con su inconfundible estilo: "Almodóvar ha dejado de ser una ficción creada por Almodóvar. Almodóvar es Almodóvar. Creo que me estoy mareando. Sin duda, una bonita Palma de Oro."