26 de Mayo del 2012 | etiquetas: Festival de Cannes, Festivales 2012, Crítica Compartir
El director ucraniano de documentales Sergei Loznitsa sorprendió a todos en 2010 cuando presentó en la Croisette la aterradora, compleja y misteriosa ficción "My Joy", una crítica feroz a los países del este, que aparecen marcados por la violencia y los principios más crueles de supervivencia y que daba pie a una de las propuestas más sugestivas del festival.Este año ha vuelto a la ficción y también a la competición del Festival de Cannes con mismo impacto y misma precisión a través una tragedia que se desarrolla durante la Segunda Guerra Mundial, basada en la novela del escritor bielorruso Vassily Bykov y que básicamente nos habala de un hombre que intenta tomar una decisión moral en unas circunstancias inmorales. "In the Fog" huele a premio.
¿De qué va?
En la Bielorrusia nazi de 1942, acusan a un trabajador de ferrocarriles de colaborar en un complot contra un coronel alemán. Dos partidarios van a su casa para condenarle y la única forma que el hombre tiene de probar su inocencia es su propia moral y humanidad, que son las que guían su conducta frente a los dos ejecutores.
¿Quién está detrás?
La transparencia del cine de Sergei Loznitsaes engañosa. Salvo sus dos títulos compuestos con material de archivo, toda su filmografía ofrece estampas contemporáneas –de Bielorrusia o de otros lugares de la extinta URSS– donde nada parece haber cambiado. Nos será imposible saber si vemos imágenes obtenidas en torno a 1950 o después del año 2000. Su cine no deja señal alguna del mítico progreso sobre el que han reposado todas las utopías del siglo XX.
¿Quién sale?
El trío protagonista lo componen Vlad Ivanov, Vladimir Svirski y Vlad Abashin.
¿Qué es?
"Ven y mira" de Ellen Klimov + el prólogo de "Malditos Bastardos"
¿Qué ofrece?
Luis Martínez nos resume perfectamente todo lo que podemos esperar de ella en El Mundo, incluso sus posibilidades de llevarse la Palma de Oro: "El director de la brutal, cruda y perfecta 'My joy' vuelve al ataque con otro derroche de brutalidad, crudeza y perfección. (...) Atentos, porque en todo festival existe la figura de la película de consenso. Es decir, si hay discusión entre dos, gana el tercero. Y ésta podría ser la elegida por el peso de la verdad que la mantiene".
No de forma tan efusiva pero si agradecida, las palabras que le dedica E. Rodríguez Marchante en ABC: "Lo de Loznitsa afortunadamente está bien, y podría incluso estar muy bien de no ser por que cae en las mismas burradas de tantos directores fatuos, que se creen que la elipsis es un redondel que le han puesto el culo encima. "En la niebla" debería estar entre las favoritas, porque el grumo de su argumento es muy bueno y lo resuelve casi, casi a la perfección, a pesar del tiempo sobrante. Aunque, siendo sincero, aquí el que sobra soy yo".
Sergi Sánchez también resalta sus evidentes virtudes en La Razón: "Devastadora crónica de los efectos de la guerra en la condición humana, el filme de Sergei Lontzsa transita por los campos desolados de la Rusia ocupada por los nazis sin hacer una sola concesión al espectador. Experto documentalista, Lontzsa adopta los tonos ocres y verdosos de la memorable «Ven y mira», de Elen Klimov. (...) La lentitud del filme no hace más que reforzar la sensación de fatalidad que se cierne sobre los personajes, que los envuelve en una niebla que no les deja escapatoria".
Y Manu Yáñez nos transmite a la perfección lo que podemos esperar de "In the Fog" en Fotogramas: "Una sosegada y lúcida meditación sobre la aniquilación de la libertad personal en tiempos de guerra. Ambientada en la URSS ocupada por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, y basada en una novela del escritor bielorruso Vassily Bykov, la película propone una elegíaca y descorazonadora odisea moral en la que tres hombres se enfrentan a la sospecha, la traición, la muerte y los límites del humanismo".
Domenico La Porta, por su parte, nos reslata las virtudes de su narrativa y construcción de carácteres en Cineuropa: "Los personajes son fríos, las miradas están vacías y las emociones se ven mermadas por un fatalismo apático generalizado. Sin embargo, cada papel se despliega mediante una serie de breves flashbacks que nos revelan más apuntes sobre los personajes".
Mientras que Carlos Boyero es el único en nadar a contracorriente en El País: "El retrato de falsos traidores y supuestos héroes, de los actos abominables y las conductas complejas a las que empuja la supervivencia, de la tesis de que nadie es inocente cuando el horror se ha apoderado de todo, podía haber dado lugar a una película muy atractiva. Esta no lo es. Le pierde la morosidad narrativa, la sensación de que el director a veces no sabe qué hacer con la cámara excepto filmar hasta la extenuación los viajes a través de un bosque. La idea era buena, pero el desarrollo es plúmbeo y le sobra metraje".
inalmente, señalar que actualmente destaca en Micropsia con una nota de 6,48. Destacan el 8 de Carlos Heredero, el 7,8 de Carlos Reviriego con el 7 de Alejandro G. Calvo o el 6,9 de Eulalia Iglesias.