Crónicas Cannes 2012: "Laurence Anyways"...pero siempre Dolan

Tiene seguidores entusiastas, también gente que lo odia, por lo que sigue estando donde estaba, siendo el éxito de su segunda película el mismo que el de su anterior film, es decir, la legión de fans permanece, los detractores no disminuyen. Queda por ver si, a falta de conquistar Quebec, Dolan se estranará algún día en Sección Oficial o triunfará en ciudades como París o Barcelona, urbes en las que su imagen demoderno-qué-más-da tiene mucho poder de convicción. El caso es que entre la satisfacción de regresar a Cannes y la decepción de no hacerlo en la pole, Xavier Dolan presentaba este año "Laurence Anyways" (otra vez) en Un Certain Regard. La incógnita, verificar la respuesta de la crítica a su particular "Profesor(a) Lazhar". ¿Éxito minoritario o fracaso monumental?.

¿De qué va?

Laurence, un profesor de literatura que en su 30 aniversario declara su intención de convertirse en mujer entre el estupor de sus amigos e incluso de su novia, quien finalmente aceptará permanecer a su lado durante todo el proceso de cambio. El próximo curso Laurence enseñará por primera vez literatura en la piel de una mujer dando la bienvenida a una nueva y peligrosa vida en la que el peso del estigma social, el rechazo familiar y la incompatibilidad de la pareja acabará por dinamitar su vida.

¿Quién está detrás?

El hijo bastardo de Gus van Sant, Pedro Almodóvar y Wong Kar Wai, es decir, un enfant terrible también conocido como Xavier Dolan. Actor, guionista, director e icono de modernos varios, el joven canadiense regresaba hace dos años a Cannes con su nueva (e irreverente) propuesta recibiendo los aplausos de la misma gente que lo hizo hace tres años cuando llevaba "I killed my mother".

¿Quién sale?

Protagonizada por  Melvil Poupad ("El tiempo que queda", "The Broken") y Nathalie Baye ("No se lo digas a nadie").

¿Qué es?

Transamérica + Profesor Lazhar + Xavier Dolan

¿Qué ofrece?

Mike Goodridge no se muestra muy efusivo, aunque si optimista, al valorar la tercera película de Dolan en Screen: "Xavier Dolan, revela un lado trágico-romántico en "Laurence Anyways", una historia épica de un apasionado amor que resulta más absorbente que chirriante. Con masivos 159 minutos de duración, la película resulta indulgente y engreída -adoleciendo mismos síntomas en sus dos primeras películas - pero también demuestra avances significativos en el joven director de 23 años. Trabajar con dos magníficos actores - Melvil Poupaud y Clemente Suzanne - crea una relación en pantalla que emana autenticidad por los cuatro costados, que nos la traslada con la emoción necesaria y que se las apaña para mantenerse firme durante su largo metraje".

No es el caso de un Kevin Jagernauth que lo defiende a capa y espada en The Playlist: "Dolan ha confesado recientemente su decepción por no ser incluído en Sección Oficial y podemos comprender por qué. "Laurence Anyways" contiene una voz tan pronunciada, tan personal y tan específica, que señala a su responsable como uno de los principales nombre a seguir los próximos años. Y francamente, esta película resulta más arrojada y estimulante que muchas de las películas que este año hemos visto pasar por Sección Oficial. Pero no es problema, "Laurence Anyways" no necesita ninguna aprobación. A pesar de resultar errática y descuidada, es también capaz de hacerte vivir una experiencia tan emocionante como vertiginosa para acabar erigiéndose en el mejor legado de Dolan hasta la fecha".

Ni tampoco el de un Stephen Dalton que lo define como un nuevo Almodóvar en The Hollywood Reporter : "Laurence Anyways significa la mejor película de Dolan hasta la fecha y la confirmación de que estamos ante la respuesta canadiense a Pedro Almodóvar. Esta extenuante aventura resulta extremadamente auto-indulgente pero también elegante y lo suficientemente original como para merecer un éxito comercial al estilo de Almodóvar".

Finalmente, Guy Lodge titula así su crónica en Incontention: "Entrando en el exquisito vacío de "Laurence Anyways". Y prosigue: "La provocativa belleza de "Laurence Anyways" resulta aún más latente que la de su anterior film. Propulsada por una omnipresente banda sonora construida a base de éxitos de del pop de los 80' y los 90', proporciona más poderío a sus secuencias que el colorido Vogue con el que las rueda".