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Crónicas Venecia 2011: 'El Topo'cine de espías de la vieja escuela

Publicado el 06 septiembre 2011 por Fimin

De ella se decía que recupera la mejor versión del clásico cine de espías, qué arrasará en los BAFTA del próximo año, que brillaría con luz propia en  Venecia y que incluso podría recoger el testigo británico de "El discurso del rey" en los Oscar 2012. Especulaciones, todas ellas, confirmadas tras el pase de sus primeras imágenes en el pasado Festival de Cannes. Quienes las vieron quedaron prendados ante el sugerente aperitivo ofrecido por la nueva película de Tomas Alfredson, responsable de "Déjame entrar," quién en esta ocasión pasa de la niña vampiro de John Ajvide Lindqvist al veterano espía George Smiley de John Le Carre. "El topo" ("Tinker, Tailor, Soldier, Spy") llegará a España de la mano de Dea Planeta el próximo 23 de Diciembre. Si hace unos meses abríamos boca con su previa y primeras imágenes y os brindábamos hace unas semanas su tráiler en exclusiva mundial gracias a The Guardian, ahora os facilitamos las primeras opiniones críticas. ¿Veredicto? El esperado, Estamos ante un cine de espías de la vieja escuela.

¿De qué va?

En los días sombríos de la Guerra Fría, el espía veterano George Smiley se ve obligado a partir de semi- retiro para descubrir un agente soviético del MI6.

¿Quién está detrás?

Tomas Alfredson, responsable de la magistral "Déjame entrar," sin duda, una de las mejores películas de terror que nos ha brindado la última década.

¿Quién sale?

Una britsh troupe con lo mejor de lo mejor de la interpretación británica masculina. Entre ellos; Gary Oldman, Ralph Fiennes, Colin Firth y Tom Hardy.

¿Qué es?

"El espía que surgió del frío" + "Operación Cicerón"

¿Qué no es?

James Bond

Crónicas Venecia 2011: 'El Topo'cine de espías de la vieja escuela

La prensa ha dicho

Luis Martínez por su parte cae rendido ante los encantos de su enmarañado guión en El Mundo: "El director se empeña en la perfecta reconstrucción no de una historia con alma de laberinto, que también, sino de la geografía emocional de algo más que de un periodo histórico.Y esto es lo interesante. El director empuja al espectador a seguir el hilo en zig-zag de un relato que a medida que avanza se transforma en un denso tapiz de emociones. Y, la verdad, abriga bastante. Y concluye: "no lo duden, genial. A ritmo pausado, con la mirada atenta a cada detalle, Alfredson vuelve a dibujar el perfil exacto de una sensación cerca del frío."

Al igual que Carlos Boyero en El País, quien alaba su funcionamiento como adaptación: "Alfredson ha captado el espíritu de Le Carré, su estilo visual es tenso y pausado, describe los matices y hace entendible una historia complicada de narrar en imágenes. Los flashbacks no chirrían y tienen sentido. También han desaparecido mis prejuicios ante la excelente interpretación que hace Gary Oldman de Smiley, ese hombre que habla poco y observa mucho, cuyo poderoso cerebro analiza un mundo en el que resulta muy problemático distinguir la verdad de la mentira, las apariencias de la realidad. El topo posee una estética que parece de otra época, tiene un tono hipnótico, es transparente su alergia al efectismo."

Ángel Gómez Fuentes por su parte, la resume en ABC como "Una de espías como las de antes" aunque matiza "La película sufre solamente de excesiva concentración en la historia y demasiados desarrollos girando en torno a la búsqueda del topo. Pero los apasionados del mundo de los espías de la Guerra Fría se divertirán."

Sergi Sánchez, en cambio, va mucho más alla en su crónica de La Razón aclarando que "más allá de sus implicaciones políticas, la película funciona mejor cuando se pone melancólica: cuando descubrimos en el rostro de Smiley una huella de rencor por las infidelidades de su esposa o cuando un espía debe sacrificar su relación para proteger a su pareja. Como «Déjame entrar», «El topo» es un filme sobre la soledad, sobre la imposibilidad de comunicarnos con nuestros semejantes."

Finalmente, Carlos Prieto nos regala una jocosa comparación en Público: "A 007 le indignaría, por tanto, este filme. Pondría una demanda millonaria a la productora por daños irreparables a su reputación de glamouroso hombre de armas. Porque en El topo, que ya se llevó a la televisión con Alec Guinness en los setenta, no hay ni persecuciones en yate, ni tiroteos mientras uno hace el amor sobre un esquí acuático, ni explosiones de cabezas nucleares reflejadas en una copa de Martini. Ni siquiera una mísera escena de acción. El topo es el anti James Bond. El servicio secreto de su majestad ya no es lo que era. Y parece que la Guerra Fría tampoco."

La prensa internacional comulga con la opinión crítica española:

David Gritten le da cinco estrellas en Daily Telegraph afirmando que: "El mejor cumplido que podemos ofrecer a "El Topo" es afirmar que lo hace lo que toda gran película puede hacer: provoca que tu corazón palpite, que acelere tu pulso y lo envía a las células del cerebro a toda marcha."

Al igual que Xan Brooks en The Guardian cuyas cuatro estrellas se traducen en: "La maravillosa adaptación de Tomas Alfredson sobre la excelente novela de John Le Carré nos regala una inolvidable interpretación de un recuperado Gary Oldman" y añade con gracia "El topo nos traslada un cambiante y peligroso mundo donde el Londrés de los 70' se parece mucho al Moscú de los 70' y donde Santa Claus lleva una máscara de Lenin y nos invita a mirar como espías su espionaje."

También Boyd van Hoeij escribe en Cineuropa: "Alfredson, que dirige un denso aunque nada cargado guión de Bridget O’Conner y Peter Straughan, mantiene la lucidez y se abre camino con precisión a través de capas de información, ayudado por un excelente y variado reparto." Y añade "los lectores que ya conozcan la historia encontrarán muchas cosas de las que disfrutar, ya que cada escena contiene infinidad de detalles, desde la composición del encuadre hasta los decorados, pasando por el sonido y algunas florituras de dirección."

Más de lo mismo en Estados Unidos. Oliver Lyttletton la define en The Playlist como "una notable y silenciosamente devastadora película de espionaje."es más que nada una película sobre la traición. Traición a la patria, la traición de los amigos, la traición de sus colegas, de los amantes, de los que han confiado en usted, de ideales, de la promesa, de sí mismo. Y el director no tiene miedo de mostrar las consecuencias de esta traición brutal, ya sea físico o emocionalmente. Quienes hayan visto su anterior película, no serán sorprendidos por el golpe hermoso / brutal de la sangre, aunque tampoco reducirá el impacto."

Todd McCarthy, por su parte, afirma en Hollywood Reporter que "la complicada y distanciada novela de John Le Carré sobre la clásica Guerra Fría se convierte en un deleite visual con un auténtico toque británico. Es una de las pocas películas tan visualmente absorbente, tiro tras tiro feliz, que su frialdad emocional se nota sólo al final, cuando todos los giros de la trama se deshacen en una pieza sólida de entretenimiento dirigida a una audiencia reflexiva amante del buen thriller."


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