Revista Cocina
Las croquetas son muy versátiles, se prestan para todo tipo de ingredientes. A lo largo del tiempo que he estado con vosotr@s he hecho distintas cada vez y aún me quedan más en el tintero que os iré trayendo en sucesivas entradas. Éstas de hoy no desmerecen, todo lo contrario, son muy especiales. No podía quedarme sin dejaros la receta, ya que de sobra sabéis que si tengo una buena receta, que es considerada por mí como tal, me parece que hago mal si no os la cuento. Sé que a muchos os encantan las alcachofas, hay menos que no las quieren, siendo la minoría.
Gustándome a mí las alcachofas estas croquetas son unas de mis favoritas. Para hacerlas pensé que si a las espinacas se les suelen poner piñones y pasas ¿por qué a las alcachofas no? probé y el éxito fue rotundo. Al ser las alcachofas un tanto amargas les van divinamente las pasas pues neutralizan su amargor. Unos piñoncitos tostados como guarnición, una croqueta y un piñón a la boca ¡y vaya chicos y chicas! ¡para derretiiiiiiiiirse!
Ingredientes:
- Alcachofas cocidas 5.- Media cebolla.- Un puñado generoso de piñones.- Un puñado de pasas sin huesos.- Un vasito de harina.- 4 vasitos de leche.- Sal.- Pimienta blanca molida (opcional).- Aceite de oliva. 4 cdas.- Mantequilla 1 cda.- Rebozado común: harina, huevo batido, pan rallado.- Aceite para freír.
Elaboración.
Limpiar las alcachofas, lavarlas y ponerlas a cocer cubiertas de agua con una cucharada de sal. Dejar cocer, tapadas, media hora o hasta que se hayan reblandecido. Dejar enfriar, escurrir del agua presionándolas sin romper. Trocear menudas.
Tostar los piñones en una sartén sin nada de aceite. Moverlos continuamente para que se doren al parejo. Reservarlos.
Pochar la cebolla cortada pequeña con un poco de sal y añadir las pasas para que se rehoguen con ella.
Incorporar las alcachofas troceadas. Rehogar un par de minutos y agregar después la harina haciéndola otro par de minutos. Cuidad que no se agarre al fondo, para ello mantendremos el fuego medio. Añadir la leche fría. Probar de sal. Remover todo el tiempo hasta que la masa se deslice suavemente de la sartén, entonces ponemos la mitad de los piñones y la mantequilla, mezclamos. Volcamos en una bandeja y esperamos que enfríe o temple para poder liarlas (aunque todo el mundo aconseja que se deje enfriar totalmente yo no suelo hacerlo así, las envuelvo estando aún la masa tibia lo que me ayuda a moldearlas mejor, ya sabéis: "cada maestrillo...").
Moldeamos, las pasamos por harina, luego por huevo batido, aclarado con un poco de leche, y por último por pan rallado.
Las freímos de pocas en pocas cubiertas en aceite caliente, pero no hirviendo. Les quitamos el exceso de aceite sobre papel de cocina y las servimos acompañadas de la otra mitad de los piñones.