¿No os pasa que una temporada os da por hacer un cierto tipo de cocina o de utilizar ciertos utensilios y todo lo nuevo que se os ocurre gira alrededor de ella/ellos?
Pues algo de eso hay en lo que me pasa a mí desde estas Navidades. Ando en "Modo Croqueta". Y es que en cada plato que hago, de una forma u otra acabo pensando en qué ricas me quedarían unas croquetas con todos esos o parte de los ingredientes. Estas Croquetas de Jamón Ibérico pueden parecer todo un clásico, pero cuando leáis los ingredientes os daréis cuenta de que llevan "algo" diferente. Ese "algo" diferente le aporta, sobre todo, intensidad, realzando el sabor a jamón de las croquetas.
Llevaba meses sin pringarme con las croquetas y, es verdad que, conforme pasaba el tiempo como que me daba más pereza. No sé por qué, por que no es para tanto. Y la prueba es que con todos los preparativos gastronómicos de las pasadas fiestas, el poco que sobra de aquí y esto otro que tengo por allá, me he liado a hacer y ya llevo hechas unas cuantas, cada cuál diferente.
En casa encantados no, lo siguiente. Como que algún fin de semana a la hora del aperitivo ya me han hecho la ola, como ocurrió con las Croquetas de Merluza y Ajos Fritos con Toque de Guindilla. Desaparecieron por arte de magia, vamos ni el Gran Houdin era tan rápido. Y todos están de acuerdo en que puedo seguir experimentando combinaciones croqueteras que gustosamente harán de "catadores". ¡Pero, qué listos son!
Así que cuando me planteé preparar estas Croquetas de Jamón Ibérico para participar en el Reto Cooking the Chef, que Aisha y April habían preparado, adaptando una receta del chef propuesto para este mes, tenía claro que iba a introducir un agente secreto. Bueno, no tan secreto. Como ya he dicho antes, aprovechando el poco que sobra de aquí, esta vez en forma de Paté Ave y Jamón al Vermut preparado para estas fiestas, decidí añadirle un trocito a la masa de las croquetas.
Todo un acierto. Si lo probáis, ¡Ojo!, tener en cuenta el tipo de paté utilizado. No tiene nada que ver un Paté Casero con algunos de los que encontramos en el supermercado, con ese tipo de paté ni lo he probado, ni lo voy a probar. Una también tiene sus manías.
¿Os animáis? Mirad que cremositas han quedado.
INGREDIENTES:
- 100 gr. de Jamón Ibérico
- 175 gr. de Cebolla
- 55 gr. de Mantequilla
- 45 gr. de Aceite de Oliva Virgen Extra
- 40 gr. de Paté de Jamón casero
- 600 ml. de Leche
- 200 ml de Nata Líquida
- 100 gr. de Harina
- Sal, Pimienta y Nuez Moscada
- En un cazo poner la leche y la nata a calentar. Reservar.
- En una sartén poner el aceite y la mantequilla para que se caliente y derrita.
- Cuando esté listo, añadir la cebolla picada muy pequeña y pochar. Debe quedar transparente pero no tostada. Mientras ir picando el jamón.
- Cuando la cebolla esté transparente, no nos debe quedar cruda, añadir el jamón y el paté a trocitos. Cocinar, mientras removemos con una espátula, durante unos 10 min.
- Agregar la harina poco a poco y cocinarla. No dejar de remover con la espátula. Esto nos llevará alrededor de otros 10 min. Debe quedar todo bien integrado y la harina cocinada. No hay nada más desagradable en unas croquetas que el sabor a harina cruda.
- A continuación, ir agregando la leche y la nata caliente e ir removiendo con ayuda de la espátula para conseguir una mezcla homogénea y sin grumos. En estos momentos añadirle la sal, la pimienta y la nuez moscada, según nuestros gustosy seguir removiendo otros 10 min. Cuando aquiera una textura lisa que se despegue sola de las paredes de la sartén, verter en un tupper de cristal o en una fuente la masa y dejar enfriar a temperatura ambiente. Después tapar o cubrir con papel film e introducir en el frigorífico toda la noche.
- En un recipiente batir los dos huevos,
en otro disponer la harina y en otro el pan rallado. Yo suelo utilizar
para la harina y el pan rallado, tuppers bajitos que puedo mover
ligeramente para que la croqueta rule sola por la harina o por el pan
rallado y así mancharme lo menos posible.
- Con un tenedor coger un poco de la
masa, primero formar como una albóndiga pequeña a la que luego le
daremos forma alargada. Rebozar la croqueta con harina, pasarla por el
huevo batido y después por el pan rallado. Repetir la operación hasta
terminar con la masa.
- Para congelarlas utilizar uno o varios
tuppers de forma que no queden las croquetas apiladas. Si el recipiente
es muy grande y queréis recuperar espacio de vuestro congelador, una vez
congeladas guardarlas en bolsas de congelación y así ocuparán menos
espacio.
- Podéis freirlas directamente del congelador. Hacerlo en abundante aceite y no freir muchas a la vez para que el aceite no se enfrie. Cuando las retiréis de la sartén pasarlas a un plato con papel absorbente para retirarles el exceso de aceite.
Bon Appétit!