Revista Cocina
Me encanta hacer croquetas, al principio siempre las hacía con los restos de carne del cocido, pero con el paso del tiempo las he ido haciendo de muchas cosas diferentes, las de boletus son una de las recetas más visitadas del blog, las de jamón las preferidas de mi marido, a mi me gustan mucho las de gambas (que por cierto tengo que hacerlas otro día porque no están en el blog).
Lo cierto es que nos dan mucho juego porque podemos hacerlas de tantas cosas, además también podemos jugar con el tamaño y la forma. Si son para una comida o una cena las podemos hacer en la forma tradicional, si son para un aperitivo o una comida-cena informal las podríamos hacer más pequeñas, tanto en la forma tradicional como en bolas.
Siempre me gusta tener algunas congeladas para imprevistos, porque las que venden congeladas en esta casa tienen muy mala acogida.
Ahora me he propuesto hacer nuevas recetas con mezclas de ingredientes que contrasten y que aporten nuevos sabores. Hace unos días encontré en el blog Recetas para enamorar unas “Croquetas de pollo y espinacas de escandalo” al ver el titulo me fui corriendo a verlas y la idea me pareció genial, las mías están basadas en esas, podéis ver las originales pinchando el enlace, yo las he hecho mías modificando algunas cosas, tanto en cantidades como en la forma de hacerlas, muchas gracias Reyes por compartirlas.
Con las cantidades que os pongo me salieron aproximadamente 19-20 croquetas de buen tamaño, si queréis hacer más solo poner el doble y así os quedaran para congelar, pero hacerlo antes de que las prueben o no os dejaran congelarlas. Son unas de las croquetas más ricas que he probado en mucho tiempo.
Para hacerlas necesitamos:
1 pechuga de pollo (grandecita, pero solo la de medio pollo) 1 cebolla mediana 8-10 nueces 2 cucharadas de parmesano rallado 1 manojo de espinacas (no suelo usar congeladas así que no se deciros que cantidad, calculo que unos 150-200 gramos) 1 cucharada de mantequilla 3 cucharadas de aceite 3 cucharadas soperas de harina (colmadas) ½ litro de leche Sal, pimienta, nuez moscada Harina para rebozar 1 huevo batido Pan rallado Aceite suave para freír
Pondremos en una sartén la mantequilla junto con las 3 cucharadas de aceite a calentar, pelamos la cebolla y la troceamos bien pequeña, la ponemos a pochar con un poco de sal hasta que empiece a tomar color.
Mientras tanto limpiamos las nueces y las picamos en una picadora junto con la pechuga de pollo (nosotras lo hacemos en el accesorio picador de la kitchen aid), cuando la cebolla esta lista añadimos la pechuga y la dejamos que hasta que la carne esté hecha, añadimos un poco de sal, pimienta y la nuez moscada.
Una vez que tengamos la carne al punto añadimos las 3 cucharadas de harina y damos vueltas unos minutos hasta que la harina pierda el gusto a crudo, añadimos la leche y el parmesano y cocinamos dando vueltas hasta que se despegue de las paredes de la sartén.
Limpiamos las espinacas, las lavamos bien y las troceamos, centrifugamos las espinacas para quitarles toda el agua (con un centrifugador de verduras), en una sartén pondremos un par de cucharadas de harina y salteamos las espinacas con un poco de sal hasta que estén hechas y no suelten nada de agua.
Mezclamos las espinacas con la masa de las croquetas y dejamos enfriar tapadas con un film para que no se haga costra, una vez fría la masa formamos las croquetas a nuestro gusto, las pasamos por harina, luego por el huevo batido y por ultimo por pan rallado. Freímos en abundante aceite bien caliente hasta que estén doradas por todos lados. Podemos servir acompañadas de una buena ensalada de lechuga.
Disfrutar de estas fabulosas croquetas, según Reyes de “Escándalo”, realmente quedan espectaculares.