Revista Viajes

“Cruceros” alternativos: como viajar en barcos mercantes

Por Nosoloviajeros @nosoloviajeros

 

Viajar en barco mercante

Si echamos una mirada al pasado veremos que cien años atrás, el viajar en barco por placer, era algo que solo estaba en manos de las clases acomodadas; y para ser más certero diría que todo aquello que supusiese viajar sin otra justificación que el disfrute, era algo muy encasillado en la jerarquía de la época, pero no precisamente en la ciudadanía general.

En estas últimas décadas el sector naviero relacionado con el turismo ha cambiado bastante, y por poco que miremos el mostrador de una agencia de viajes veremos como los cruceros proliferan como churros, siendo en muchos casos más baratos incluso que un viaje convencional. Ahora bien, un turismo masificado ha traído la consecuencia de que un viaje en barco actualmente no sea ni de refilón algo comparable con lo que podría haber supuesto un pasaje en el Titanic; por poner un ejemplo.

Las calidades bajan, la masificación hace que las navieras, quieran o no, comiencen a tratar a los viajeros como meras cabezas pululantes asociadas a un flotador y un mojito de la piscina de la cubierta, y que la experiencia final para el consumidor no difiera demasiado de lo que podría haber supuesto quedarse enclavado en un hotel de lujo ibicenco dos semanas al ritmo del cantante de turno.

Pues bien, voy a lanzarme a la charca y os voy a proponer una modalidad de viaje en barco que de seguro os resultará más que ajena a muchos de vosotros. Una opción que no vais a encontrar en agencias de viajes o en las casetas turísticas del puerto deportivo; ni siquiera en las guías turísticas convencionales o en las oficinas de turismo, me estoy refiriendo al turismo en barcos mercantes. 

Existen navieras que permiten que en sus barcos viajen personas ajenas, viajeros que buscan algo diferente, y a los que se les permite compartir el día a día con la tripulación a lo largo de los mares y puertos de medio mundo.

Existen multitud de rutas que pueden cubrirse viajando de esta manera, con distancias y tiempos de navegación muy dispares, así que en este aspecto hay opciones para todo el mundo. En este caso vamos a hablar de la agencia Kapitan Zylmann Spain

Tenemos que tener en cuenta que este tipo de buques, a pesar de estar preparados con las comodidades básicas que podría requerir un viajero, no están diseñados para la función que estamos tratando aquí, como lo podría ser un crucero convencional. Hay que ser consciente de que en estos barcos se movilizan mercancías voluminosas, y ello conlleva a que, a pesar de que exista libertad de movimiento por el barco, haya que tener un cierto sentido común y ceñirse a las normas de seguridad.

En el día a día el viajero tendrá la posibilidad de recorrer el barco, de conocer su sala de máquinas o el puente desde el que dirige la nave el capitán, de conversar y compartir experiencias de terribles monstruos marinos con la tripulación ( me he tomado una pequeña licencia aquí ) y comer en sus mismos comedores; o mismamente de sentarse en la proa o la popa a contemplar en silencio la inmensidad del mar, sin un tipo al lado gritando a la “lore” para que salga de la piscina.

Viajar en barco mercante

Este tipo de barcos, a pesar de que no cuenten con los mismos servicios que un crucero, si pueden ofrecer al viajero unas comodidades más que interesantes, como pueden ser cafetería, gimnasio, sauna, sala de juegos e incluso piscina. Si, resulta que algunos mercantes cuentan con este tipo de instalaciones.

El camarote es individual ( habría que consultar con la naviera cada caso ) y el servicio de comidas del viajero suele prestarse en el comedor de oficiales ( Capitán, 1er Oficial, 2º Oficial, Jefe de Máquinas ).

En cuanto a las comunicaciones, este tipo de barcos no suelen contar con conexión a internet, especialmente cuando se esta en alta mar, por lo que lo habitual suele ser esperar la llegada a los puertos para ponerse al día con el correo electrónico y demás. Claro que en caso de necesidad existe la posibilidad de comunicarse vía satélite. Los móviles funcionan en la línea costera, después pierden cobertura.

Los viajes en barcos turísticos se ciñen a puertos turísticos ( valga la redundancia ), en ciudades “artificiales” preparadas para servir al turista. En cambio, viajar en un barco mercante significa saltarse estos patrones de negocio y disfrutar de la libertad de los sentidos, esperando en la noche en el hielo sin límites del Golfo de Finlandia, con los motores parados, ningún sonido, excepto el silbido del viento y del rompehielos que viene para abrir paso; o estar anclado en el estuario de un puerto africano a la espera de un espacio en el muelle y disfrutar de la puesta de sol sobre las palmeras a lo largo de la costa…

Viajar en barco mercante

Para los que tengáis mascotas os aclaro que debido a las restricciones sanitarias y las cuarentenas de los puertos, no esta permitido embarcar animales. Así mismo si se quiere desembarcar habrá que tener en orden los correspondientes visados que se puedan llegar a necesitar.

La diferencia entre viajar en un barco mercante o uno turístico es obvia, quizá no tengáis una tripulación exclusivamente pendiente de vosotros, ni cuatro alemanas en bikini que os sonrían las piruetas en el trampolín de la piscina antes de tener que visitar al dentista, ni tampoco una pulserita que os de barra libre de mojitos, daikiris y/o cerveza de garrafón, pero podréis sentir la mar en su estado más puro y salvaje, convivir y conocer de primera mano las vivencias de auténticos marinos, y lo que es más importante, guardar una experiencia que os acompañará por años.

¿ Como viajar en un barco mercante ?

La naviera en la que me he informado para realizar este post es la alemana Kapitän Zylmann, una de las principales compañías marítimas europeas que permiten este tipo de servicio abordo.

Para poder tener información más detallada al respecto, cuentan con agentes en España que os podrán informar sobre todo lo que necesitéis. Para ello os coloco a continuación sus datos de contacto:


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