La elaboración es muy sencilla, necesitamos: 50 gr. de harina, 50 gr. de azúcar, 30 gr. de nueces, 30 gr. de avellanas, 2 claras de huevo un buen chorro de aceite (yo no uso mantequilla, pero se puede sustituir) y una cucharada sopera de cacao en polvo.
Las claras hay que batirlas para que hagan espuma, pero sin llegar a montarlas y se le añade primero el azúcar, mezclándolo bien, y luego el harina seguida del aceite, picamos los frutos secos de forma gruesa y los incorporamos y por último añadimos el cacao. Se da vueltas a la masa procurando que no queden grumos.Precalentamos el horno a 180º y cubrimos la bandeja del mismo con papel manteca. Ahí vamos haciendo pequeños montoncitos que aplastamos con una cuchara, procurando que queden suficientemente separados entre sí. Horneamos durante 8’
En pocos minutos tenemos estos crujientes, que además de acompañar estupendamente a una buena taza de café, pueden servir de acompañamiento a una mousse o un helado.
En esta hornada dejé algunos grandes para dárselos a probar a mi nieta,que tiene 14 meses y necesita piezas grandes, je,je. Le debieron de gustar mucho porque repitió.