Revista Salud y Bienestar

Cuadro de Honor

Por Fersinski
Hoy tengo el placer de retomar una de mis secciones favoritas, la sección donde lo más importante son ustedes y donde la ayuda la ofrecen los que algún día la pidieron. Que mejor que retomarla con una historia de admirarse, les invito a que lean a Carmen y les aseguro que los va a motivar a empezar o a seguir en el camino. Carmen, te reitero (ahora públicamente) mis felicitaciones, vas muy bien y eres una gran inspiración. Ella nos lo cuenta:
"Hola, soy Carmen, tengo 32 años y soy obesa……
Así es como quiero empezar a contar mi historia, como una enferma que toco fondo y hoy se los quiere compartir.
En mi adolescencia y soltería era una chica activa, sana, sociable, me preocupaba mucho mi salud y mi alimentación, no al grado de contar las calorías que consumía, pero si sabía qué comer y quñe NO. Pesaba 58 kg que era mi peso ideal según mi estatura, hacía ejercicio, tomaba mucha agua, no fumo, no tomo, en fin, todo lo llevaba lo más sano y saludable posible.<
Todo empezó a mis 24 años cuando conocí a mi hoy esposo, tengo que mencionar que el al día de hoy, él aún es una persona obesa que pesa alrededor de 145 kg (cuando lo conocí tal vez pesaba 25 kg menos). Con las salidas típicas del noviazgo también empezó a cambiar mi vida, inconscientemente empecé a comer lo que siempre evite: palomitas y refresco en el cine en combo grande y nachos con extra queso, unos tacos cuando salíamos del antro, unos tamalitos, unos sopes, cajas y cajas de chocolates, buffets de todo tipo de comida, etc. y sin darme cuenta cada vez iba aumentando las porciones. Nos casamos 2 años después, y “aprendí” a cocinar, les doy unos ejemplos de lo que era nuestra alimentación en un sábado o domingo (para 2 personas):
Desayuno: ½ kilo de chorizo, 7 huevos, 1 lata de frijoles refritos, 5 tortillas para mi, el doble para él y una Coca Cola de 2 lts.
Comida: 2 platos de Pancita acompañado de 7 tortillas para mi, el doble para él, 1 aguacate grande para cada quien y otra Coca de 2 lts.
Cena: ¿Por qué no? Unos taquitos al pastor, 10 para mi, el doble para él, otra Coca de 2 lts.
Eso sin contar que si veíamos una peli, eran las palomitas, chicharrones, papas, dulces, etc.
A los 29 años me embaracé y obviamente también subí de peso, así que ya tenía justificación. ¡¡Tenía que comer por 2 y todo estaba permitido, que alegría!! O eso pensaba. Nació mi hija y todo seguía igual, cabe mencionar que por supuesto ya no hacía ningún tipo de ejercicio y como tenía que quedarme en casa con mi beba, mi sedentarismo fue total. No hacía más que los quehaceres de la casa y atender a mi hija, no salía más que sábados y domingos.
En Diciembre del año pasado toqué fondo….. cuando mi pantalón TALLA 14 (equivalente a talla 36-38) ya no me subió. De la talla 7 que era, llegué a casi comprarme una talla 16. De mis 58 kg llegué hasta los 80.
Me vi en el espejo sin ropa, vi cómo mi cuerpo colgaba y desbordaba por todos lados e inmediatamente recordé la hazaña que era subir los 3 pisos de escaleras de mi edificio para llegar a mi departamento y una vez que llegaba sentía que el corazón me iba explotar; recordé que fácil me era tomar un taxi sin remordimiento para recorrer 2 CUADRAS; recordé también que le decíamos a mi niña en el parque “vete a jugar con la pelota, nosotros aquí te esperamos sentados en el pasto”, ya que nos era imposible seguirle el juego porque simplemente no aguantábamos el ritmo.
En ese momento, al ver a mi niñita de 2 años junto a mi, la abracé y le dije en voz alta: “¿qué estoy haciendo? ¿qué les estoy haciendo?”. Lloré, lloré mucho, no recuerdo cuánto tiempo.
Ese mismo día decidí cambiar mi vida y la de mi familia, busqué mucha información sobre nutrición y alimentación, leí demasiado sobre el tema (hasta la fecha lo sigo haciendo a diario) y es así como me encontré con páginas y blogs excepcionales y riquísimos en información como el de NO VIVES DE ENSALADA, pero sabía que no podía empezar a hacerlo sola, y decidí buscar ayuda profesional…Sí, una NUTRIÓLOGA.
Por supuesto platicamos de todos mis antecedentes de salud y alimenticios, de cómo era mi rutina día a día, me hice análisis y estudios para saber como estaba mi situación y llegar a una conclusión para poder ayudarme.
Al día de hoy les puedo decir que soy la persona sana que les platique antes, hago ejercicio poco a poco, mi alimentación es la adecuada en cuanto a grupos de alimentos y porciones para mi y mi familia y tengo 5 kg menos de obesidad, pero lo más importante es que ¡¡SOY FELIZ!! Regresaron a mi las ganas de vivir, de ser mejor persona, me río mucho más y estoy al 100% para mi familia y ellos también están con estos cambios y juntos lo estamos logrando poco a poco.
Sé que es mi mérito y esfuerzo, pero hoy con toda la humildad y agradecimiento del mundo quiero decirte que sin ti Fer, no lo hubiera logrado, que gracias a ti soy de nuevo la mujer que tanto extrañaba, que gracias a ti hoy tengo la oportunidad de contar mi historia y que gracias a tu ayuda desinteresada, o más bien interesada en el bienestar, muchas personas anónimas que te leen a diario están teniendo los mismos logros que yo……¡¡Gracias querida Nutrióloga!! Te admiro muchísimo.
Me despido deseando que mi historia anime a otras personas a cambiar sus hábitos de vida, estoy consciente de que me falta mucho y que tal vez para algunos 5 Kg menos no son nada pero para mi son TODO. La OBESIDAD es una enfermedad y como enferma que aún soy, todos los días tengo que decirme: “Solo por hoy”."

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