En 2016 pensamos que había sido un año nefasto para los defensores de la tierra y el medio ambiente. Ese año 200 personas fueron asesinadas en el mundo por proteger su tierra, sus bosques y sus ríos. En 2017, 312 activistas en 27 países fueron asesinados por defender los derechos humanos según Front Line Defenders, y de nuevo, en 2018, otros 164 defensores del medio ambiente.
Un año más, la persecución contra los activistas se hace notar de nuevo, y deja una imborrable huella de 304 defensores de los derechos humanos que fueron atacados y asesinados por su trabajo en 31 países según los datos recopilados por Front Line Defenders. El el informe del último año se detallan los ataques físicos, las campañas de difamación, las amenazas de seguridad digital, el acoso judicial y los ataques de género que enfrentan los defensores y defensoras de derechos humanos en el mundo.
"Más que nunca antes, las defensoras de los derechos humanos lideran las luchas por los derechos y pagan un alto precio. Y a pesar de la represión, continúan promoviendo visiones de sus sociedades y del mundo que avergüenzan no solo a sus propios gobiernos y líderes, sino también a la comunidad internacional." Señalaba Andrew Anderson, Director Ejecutivo de FLD, en la presentación anual del informe en Dublín.
La defensa de los derechos del migrante
El informe de Global Analysis 2019 destaca que el pasado año, los defensores de los derechos humanos que se implicaron en la ayuda y protección de migrantes fueron atacados por su labor, mientras que los gobiernos de todo el mundo siguen sin buscar soluciones a los problemas o conflictos que puedan presentar el flujo de refugiados y la migración.
Además de los ataques físicos, la legislación restrictiva, la intimidación y las amenazas que enfrentan habitualmente los defensores de los derechos humanos, el informe denuncia que las autoridades han creado nuevas formas de atacar y obstaculizar su trabajo a través del bloqueo de internet y las redes sociales. Obviamente estos bloqueos impactaron en el trabajo y la seguridad de los activistas, tanto en la comunicación como en la movilización.
Activista y mujer
Otro aspecto que destaca el informe es la dificultad adicional que experimentan las defensoras de los derechos humanos. "Las amenazas y los ataques contra las defensoras de los derechos humanos de las mujeres adoptan dimensiones específicas de su género y a menudo implican amenazas sexuales y violencia. Las mujeres son castigadas por su trabajo público atacando sus vidas privadas y cuestionando su papel como madres, esposas y parejas. Este informe destaca la naturaleza compleja de las amenazas y la intimidación contra las defensoras de derechos humanos." Así destacaba esta cuestión Meerim Ilyas, el Jefe Adjunto de Protección de FLD.
"Los homicidios casi siempre ocurren después de un patrón de amenazas", detallaba ya en 2018 Andrew Anderson, director de la organización, "lo cual nos indica que si la policía tomara medidas preventivas y las autoridades se tomaran en serio las amenazas contra los defensores, los asesinatos podrían reducirse drásticamente".
Organizaciones como Amnistía Internacional han denunciado el papel de los poderes económicos y políticos, "que hacen un uso cada vez mayor de discursos tóxicos de miedo y división que culpabilizan colectivamente de los males de la sociedad a grupos minoritarios", un caldo de cultivo para los ataques a los defensores de los derechos de estas minorías.
¿Qué hacen los defensores de los derechos humanos?
Año tras año de apoyo a los activistas, explican que la mayoría de las personas que se comprometen en la lucha por los derechos humanos se manifiestan contra proyectos de empresas que saquean recursos naturales, destruyen tierras ancestrales y desalojan a comunidades indígenas que vivían de manera pacífica. Se oponen a actos de corrupción que contaminan a la policía o el poder judicial de sus países. Se solidarizan con mujeres que están encarceladas por haber pedido una anticoncepción libre e informada. Son familias que tratan de encontrar a sus seres queridos que desaparecieron sin dejar ningún rastro. A personas como tú, y como yo.
Son personas que luchan por un mundo más justo, y arriesgan su vida por ello. Por el beneficio de todos. Los números son devastadores y no podemos permanecer impasibles ante esta persecución, porque la vida y los derechos de las personas está por encima de los gobiernos, las empresas y el dinero.
Imagen: Daniel Cima