Algunas veces, cuando se usa el pronombre le como objeto indirecto, una oración puede dar lugar a un doble significado. Veamos la forma de evitar este posible significado ambiguo. Por ejemplo, en la oración: Le compré un coche usado a José; no se entiende si José es el que vende o el que recibe el coche. Esta ambigüedad puede evitarse de la siguiente manera: 1) Compré un coche usado para José. 2) Le compré a José un coche usado que quería vender.