Se puede emplear “de que”, sin caer en dequeísmo, en los siguientes casos:
- Cuando el “de que” va después de un sustantivo: Ese es el chico de que te hablé.
- Cuando el “de que” va después de un verbo intransitivo: El anciano estaba seguro de que viviría muchos años más.
- Cuando el “de que” va después de un verbo transitivo, pero como complemento, no para unir el objeto directo: Lo convenció de que pagara por anticipado.
- Cuando el “de que” va después de un adverbio de tiempo: Llámalo antes de que salga. Después de los adverbios antes y después, es posible eliminar el “de”.