En la vida deRuth no hay sitio para nadie más… de hecho, ni siquiera hay sitio para ellamisma. Cuida su casa, a sus hermanos (ya adultos) y a su padre, que no tienelas ideas muy claras. La mayor parte del día se le escapa en un centro paramayores, donde no sólo hace su trabajo sino también el de la arpía de su jefa.Su única vía de escape son las contadas reuniones con sus amigas y pasar algúnsábado que otro con un amigo especial que le hace hermosos “diseños deinteriores”.La vida deMarcos es un cúmulo de experiencias y viajes. Imprevisible, impaciente yvisceral hace lo que quiere, cuando quiere y como quiere (así le va). Trasvarios años vagando sin rumbo fijo, decide volver a España, su país natal. Lafalta de previsión y la búsqueda de la comodidad se confabulan para que acabeviviendo en la casa de su madre, una mujer obsesionada con las telenovelas quevive por y para la ficción.De niños eranlos mejores amigos y los más fieros enemigos. Pero el destino los separó. Ahoravuelven a encontrarse, todo sigue igual y a la vez todo ha cambiado…
- Cuando la memoria olvida
- Noelia Amarillo
- Editorial: El Maquinista/ Junio 2011
- ISBN: 978-84-938526-2-7
- Género: Erótico
Dos amigos dela infancia, dos jóvenes que se reencuentran años después, dos adultos quetienen que enfrentarse a las consecuencias de los hechos del pasado y volver adescubrirse. Pero en el camino, ambos tienen que arriesgarse a confiar en simismo y en el otro.Cuando lamemoria olvida es una historia sencilla, pero muy bien escrita, con un sentidodel humor chispeante y diálogos divertidos. Noelia Amarillo sabe crear escenasque podrían parecer disparatadas, sin embargo no cuesta nada imaginárselas,porque narra su novela con buen ritmo, un vocabulario adecuado y un estilo muyameno.Después dellevarme una más que agradable sorpresa con Falsas apariencias, tenía reservascon esta continuación aunque la historia de Ruth y Marcos me intrigaba mucho.No es la primera vez que leo una novela de una autora desconocida para mí, mequedo entusiasmada, y con la segunda historia me llevo un chasco descomunal.Sin embargo, con Cuando la memoria olvida, no sólo me he divertido, sino que mehe emocionado.Los personajesson reales y muy cercanos. La autora sabe recrear un ambiente que nos puedeparecer una fotografía de nuestros barrios con protagonistas que son máspersonas que personajes. Marcos me ha encantado, esa mezcla de chulería yvulnerabilidad me ha gustado muchísimo. Frente a un personaje tan bien logrado,Ruth no se queda atrás, es una mujer fuerte, que ha tenido que crecer demasiadopronto y ha convertido el sentido del deber en su bandera. Está a la altura desu pareja, que le aporta tormento y locura, justo lo que necesita su vida enexceso controlada.Lossegundarios son geniales, todos aportan su granito de arena, cada uno con suternura, como es el caso de Ricardo o Lucia, o con la arroganciasobreprotectora de Darío o, en menor caso, de Héctor. ¿Y qué decir de Iris? Meha recordado tanto a una de mis sobrinas que era como verla cada vez que Irisaparecía en una escena. “Verdad de la buena”.No sé si lacalificaría de erótica, tal vez porque mi experiencia en ese género me hadejado desencantada con historias poco estructuradas y personajes muycaricaturales, por no hablar de los clichés de mujeres sumisas hasta lahumillación, machos excesivamente dominantes y escenas al filo de lo que yollamaría vejaciones, todo en nombre del amor. Esas historias no son para mi. Enesta novela de Noelia Amarillo todo tiene su sitio, los protagonistas estánbien perfilados, sus vidas, sus experiencias, sus miedos e inseguridades, sonhumanos y sus reacciones lo demuestran. Sí es cierto que hay unas cuantasescenas explicitas, pero no es sexo gratuito. Además su estilo, para narraresas escenas, es directo, llama a las cosas por su nombre, sin florituras, nipoesía empalagosa, ni exageraciones que ni la más ingenua se creería. A miparecer, Cuando la memoria olvida va mucho mas allá de lo que suele ofrecer unanovela erótica y ganamos todos con ello. Por ejemplo introduce en la trama elproblema que muchas familias tienen que sortear y es el cuidado de nuestrosmayores. Me ha gustado que Ruth fuera una trabajadora en un centro de día, leda a la historia otro giro hacia el realismo de la novela. Por eso no la catalogaríaen erótica, porque aporta mucho más que sexo atrevido y sensualidad.Ahora esperarécon impaciencia la historia de Darío, que por lo que la autora nos desvela alfinal de esta novela, promete unos protagonistas que dejarán huella. Y felicitoa la autora por su talento para regalar historia que se salen de lo trillado,con un estilo propio y sobre todo su sentido del humor muy personal.