Revista Expatriados
Laos emergió como un gran reino en el curso medio del río Mekong en el siglo XIV. Su fundador, Fa Ngum, aprovechó que el retroceso del predominio khmer había creado un vacío de poder en la región. Algún historiador ha sugerido que también pudo haber habido alguna incitación por parte de la China yuan, que deseaba contar con un Estado cliente al norte de la península indochina. Para finales del siglo XIV, el reino laosiano, cuya capital estaba en Luang Prabang, dominaba casi todo el territorio del actual Laos, más la actual región de Isarn que hoy pertenece a Thailandia y el sur de Sip Song Panna, que hoy es chino.
En el siglo XVI se pusieron las semillas de la decadencia de Laos. La principal fue la reorientación de las rutas comerciales debida a la aparición de los europeos en la región. De pronto las rutas marítimas adquirieron una importancia inusitada en detrimento de las rutas terrestres. Los estados como Aceh, Birmania o Ayuthaya que tenían puertos en los que recalaban los comerciantes europeos, se vieron beneficiados. Laos, Lanna (el reino en torno al actual Chiang Mai) o los principados shan, que estaban enclaustrados, quedaron al margen. Para colmo, el no entrar en esas redes comerciales hizo que dichos estados no pudieran tener acceso a la nueva tecnología militar que los europeos introdujeron en la región. Además de lo anterior, Laos se enfrentó a la rémora de que no consiguió un grado de centralización y poder real tan grande como el conseguido por Birmania, Ayuthaya y Vietnam.
Laos entró en barrena en 1695, cuando el gran rey Surinyavongsa murió dejando como descendientes varones a dos nietos de corta edad. Siguieron años de conflictos que dejaron al país dividido en tres reinos: Luang Prabang, Viang Chan y Champassak. Debilitados, no pudieron resistirse a sus poderosos vecinos. En lo sucesivo Luang Prabang se vería atraído a la órbita de Birmania, mientras que Viang Chan y Champassak lo eran a la de Ayuthaya.
Las guerras entre los siameses y los birmanos de finales del siglo XVIII alteraron toda la geopolítica de la región. Mientras que Luang Prabang deseaba la victoria de los siameses para quitarse de encima a los birmanos, Siribunnyasan de Viang Chan intentó jugar a dos barajas, favoreciendo subrepticiamente a los birmanos, mientras le hacía cariñitos al siamés Taksin. En esas guerras los siameses salieron vencedores y los laosianos se vieron como bastante jodidos. Taksin se apoderó de Lanna, cortando las comunicaciones entre Birmania y el mundo laosiano. Vietnam, que hubiera podido echarles una manita para rebajar la presión siamesa, estaba haciendo frente a la rebelión Tayson. Así pues, los laosianos se encontraron con que más valía que dijeran amén a todo lo que les ordenara Taksin.
En esto ocurrió el incidente de Phra Vorarat. Phra Vorarat era un antiguo funcionario de Viang Chan que en su día se había rebelado contra Siribunnyasan. Derrotado, en 1771 Phra Vorarat huyó a Champassak, donde obtuvo protección real. Phra Vorarat debía de ser bastante capullo y bocazas, porque allí se acabó enemistando con el rey Xainyakuman. Viendo que le había pisado los callos a su protector real, rindió vasallaje a Taksin a modo de seguro de vida. Siribunnyasan, que no había olvidado lo mal que se lo había hecho pasar, aprovechó que Phra Vorarat había perdido la protección del rey de Champassak para enviar un ejército a capturarle y ejecutarle. Taksin, que no había olvidado el doblez del rey de Viang Chan durante las guerras contra los birmanos, no necesitaba más excusas. En 1778 envió una expedición contra Champassak, que redujo al vasallaje, y al año siguiente fue el turno de Viang Chan, cuya capital fue conquistada. Buena parte de la familia real fue llevada como rehén a Bangkok y miles de familias laosianas fueron reubicadas en el centro de Siam.
Uno de los que fue llevado a Bangkok como rehén fue Anuvong, uno de los hijos de Siribunnyasan. Los príncipes reales de Viang Chan fueron bien tratados en Bangkok. Debieron de tener la consideración de miembros menores de la realeza. Anuvong dirigió contingentes laosianos en las guerras que Siam mantuvo con Birmania a finales del siglo XVIII y se ganó la estima del rey Rama I. Cuando en 1804 su hermano Inthavong murió, para Bangkok la opción evidente para la sucesión era Anuvong.