Revista Cultura y Ocio

Cuando llega la penumbra. Jaume Cabré

Por Mientrasleo @MientrasleoS
Cuando llega la penumbra. Jaume Cabré
     "El día que maté a la primera niña entendí lo fácil que era, pero mi vida cambió desde entonces y no hubo marcha atrás; a partir de ese momento dejé de ser una persona normal, ya no podía, me había convertido en un hombre excepcional."
     Cada vez que tengo oportunidad, digo a quien quiere escucharme que Yo confieso es una de las mejores novelas contemporáneas que he tenido el placer de leer. Y he tenido que esperar seis largos años para recuperar la voz de Jaume Cabré y poder embarcarme en su siguiente título. Hoy traigo a mi estantería virtual, Cuando llega la penumbra.
     Esta vez estamos ante un recopilatorio de relatos, de los cuales dos ya habían visto la luz. El resto son completamente inéditos y de longitudes diferentes, con historias diferentes y dos nexos en común: el primero es que todos ellos están protagonizados por hombres. El segundo, es que cualquiera de ellos pueden ser los propietarios de la mirada que ilustra la cubierta del libro y es que, todos los relatos son una visión del mal.
     Siempre digo que es complicado hablar de un libro de relatos sin caer en la tentación de ir desgranando uno a uno cada sinopsis y estropeando así la percepción del lector. Baste decir que en esta ocasión, Cabré habla de asesinos, de refugios en cuadros, de confesiones que jamás serán desveladas y de pérdida del alma. Cada relato, y apuntaría a que no es trivial que comience con niños en un hospicio, es un paso hacia el mal que sus personajes albergan, hacia sus vidas, y también hacia la propia intranquilidad del lector que reconoce un tono solemne, y a ratos irónico, que se mantiene de forma constante en la obra. Casi pareciera que, independientemente de quien tome la voz, y voces que se diferencian perfectamente unas de otras, Cabré hubiera querido otorgar al conjunto un sentido de grupo, de muestra de lo que hay.
     Trece relatos y un epílogo, eso es lo que nos ofrece Cabré bajo el título Cuando llega la penumbra, demostrando una vez más que es un arquitecto de palabras. Y es que, con una ambientación magnífica basada en actos y almas más que en descripciones y lugares, nos deja su obra más oscura demostrando que es capaz no solo de extenderse en una gran obra como la citada al principio de esta entrada, sino también de condensarse en un puñado de páginas. Nos dejará con las ganas de que alguno de sus relatos fueran novelas completas, pero no porque nos falten datos, sino por el mero placer de seguir disfrutando de alguna de las historias. Yo, por ejemplo, me pregunté cómo había llegado cierto asesino al lugar en el que decidió que podía descargar su alma, y en qué modo exacto finalizaría la historia. Encontraremos también alguna pincelada irónica que lejos de buscar la sonrisa del lector, le hacen casi sentirse observado por el propio autor, como si esa ironía fuera destinado al propietario de la pluma y no del libro. Y es que, la sensación de ese ojo mirándonos que ilustra la cubierta del libro, se intensifica a medida que avanzamos historia tras historia.
     Me ha gustado, lo he disfrutado y he paladeado la prosa de uno de los mejores escritores contemporáneos que podemos encontrar dentro de nuestras propias fronteras. No me cansaré de decirlo: hay que leer a Jaume Cabré.
     Y vosotros, ¿me podéis recomendar a algún escritor patrio que consideréis imprescindible?
     Gracias.

Volver a la Portada de Logo Paperblog