El otro día aparecía en mi página de inicio de Facebook la siguiente oferta de trabajo en Amsterdam:
Para una gran compañía internacional ubicada en Amsterdam buscamos españoles nativos para ejercer el puesto de Customer Service. Se busca persona dinámica y entusiasta para atender pedidos y gestionar incidencias. Imprescindible buenas dotes comunicativas y orientación al cliente. Imprescindible buen conocimiento del idioma inglés. Se valorará altamente conocimientos de alemán a nivel escrito y conversacional. Se ofrece contrato indefinido a tiempo completo (40h semanales) y plan de carrera. [ 34 more words. ]
En cuanto lo vi, de inmediato pensé que este puesto estaba hecho precisamente para mí: "¡ojalá hubiera visto este anuncio hace 2 años, cuando estaba buscando desesperadamente trabajo en Rotterdam, porque ese puesto es ideal para mí: tenía experiencia en atención al cliente, hablaba un buen inglés, tenía dotes comunicativas y además un nivel medio de alemán, tanto escrito como hablado!"
Pero hace dos años no encontraba ofertas de trabajo de ese tipo. Siempre fallaba algo: o se pedía holandés o un alemán de nivel alto... o se requería un tipo de trabajo en el que no tenía experiencia. Parece que todo estaba jugando en mi contra en aquel entonces, a finales de 2013.
Y entonces me pregunté: ¿qué habría pasado si hace dos años hubiera encontrado un trabajo por cuenta ajena en Holanda? ¿Habría empezado mi blog? ¿Estaría pensando a qué vocación dedicarme a nivel profesional? ¿Me habría formado en coaching?
En realidad, es probable que nada de esto hubiera ocurrido si en aquel entonces tuviese un trabajo cómodo y bien remunerado por cuenta ajena. Sí: habría tenido una vida diferente. Es probable que habría querido aprender holandés, tendría seguramente más dinero en mi cuenta bancaria... pero lo que seguramente no habría ocurrido sería mi decisión de ser emprendedora.
Y es que a veces decisiones tan profundas, tan importantes y hasta drásticas nacen de lo más interno, de las peores situaciones, de las crisis más oscuras... como lo contaba en un artículo anterior.
No busques trabajo
Haber encontrado un trabajo en aquel momento habría supuesto seguir en piloto automático, realizando trabajos que se me daban bien (se me da muy bien atender a clientes y resolver incidencias), pero en los que no me sentía en absoluto realizada.
En mi tiempo libre seguiría buscándome, indagando en mis verdaderos propósitos, leyendo, escribiendo y soñando con un futuro mejor. Pensando que la realización profesional no está hecha para mí, que es un privilegio que se otorga a otros: a los valientes, los inconformistas, los decididos y fuertes.
Afortunadamente la vida me puso una dificultad en el camino que fui capaz de resolver. Una dificultad que necesitaba: no encontrar un trabajo por cuenta ajena, ser más creativa y buscar vías de crear mi propio trabajo, un trabajo que me llenara de motivación, ilusión, propósito y a través del cual poder expresarme de forma auténtica.
Ya lo dijo Risto Mejide en 2013, "no busques trabajo":
"Utiliza el verbo crear. Utiliza el verbo reinventar. Utiliza el verbo fabricar. Utiliza el verbo reciclar. Son más difíciles, sí, pero lo mismo ocurre con todo lo que se hace real. Que se complica. Da igual que te vistas de autónomo, de empresario o de empleado. Por si aún no lo has notado, ha llegado el momento de las empresas de uno. Tú eres tu director general, tu presidente, tu director de marketing y tu recepcionista. La única empresa de la que no te podrán despedir jamás."
Por eso, si te ocurre que en estos momentos estás buscando un trabajo sin éxito, pregúntate si la vida no estará tratando de decirte algo. ¿Ese trabajo que buscas te llenaría profesionalmente? ¿Sería un trabajo significativo para ti? ¿Conecta con tu propósito a nivel personal?
Cómo crear un trabajo a tu medida
Pero espero que no me malinterpretes. Entiendo perfectamente que hay casos y casos. Si tienes una familia que mantener, una hipoteca que pagar... no te diría que no buscases trabajo. Sin embargo, si no tienes ataduras en estos momentos o puedes permitirte un tiempo de búsqueda de tu pasión, te diría que no dejases pasar esta oportunidad que te brinda la vida.
Y es que fue lo que justamente me sucedió a mí. ¿Quién me iba a decir a mí, una chica tímida que no confiaba en sí misma y vivía cómodamente instalada en su zona de confort, que conseguiría dejar de lado sus miedos y ataduras y emprendería por su cuenta? Yo, que siempre pensé que emprender es para personas valientes y decididas.
Y es posible que me digas: esto que comentas suena muy bonito, ¿pero qué hago si no sé cuál es mi propósito profesional, cuál es esa pasión que me llena?
Es totalmente normal. Encontrar tu pasión no es un camino fácil ni rápido, como ya lo decía Mejide. Pero que no sea fácil no quiere decir que sea imposible. Si no sabes cuál es tu pasión, estoy a punto de lanzar un curso online para reinventarte y encontrar tu pasión que puede suponer un verdadero cambio en tu vida profesional.
El curso que estoy preparando actualmente tiene que ver precisamente con esa búsqueda de vocación: ese espacio en el que tu pasión, tu talento y tu propósito vital se unen, dando lugar a esa profesión en la que puedas realizarte, algo que te llena a nivel personal y además aporta valor al mundo.
Y hoy también quiero proponerte unas potentes y provocadoras preguntas de coaching que pueden ayudarte a aclararte cuál es tu verdadero propósito profesional, qué te haría sentirte realizado:
Te invito a que no pienses en las limitaciones, sino que dejes volar tu imaginación, que te liberes por una media hora a través de palabras y pensamientos. O incluso sensaciones. Puede que no sepas responder a todas las preguntas. O puede que se repitan algunas. También puede pasar que lo que escribas no tenga que ver con el trabajo. Por ejemplo, igual si te quedan 12 meses de vida te dedicarías a viajar por el mundo o te irías a un monte a meditar o lo que sea. Por favor, no te limites. No te juzgues ni pienses: ¿esto está bien o no?, ¿encaja esta idea o es absurda? Se trata de sacar un poco ese potencial dormido que llevas dentro y no de estar analizándote.
Y por último, quiero desearte unas felices fiestas. Tengo un último artículo preparado para fin de año, bastante épico y a través del cual te doy las gracias por formar parte de esta pequeña comunidad de personas valientes y grandes. Personas que aunque tengan miedos, inseguridades y dudas, se atreven a ir más allá de lo establecido, creen que pueden lograr sus sueños y dan pasos, por pequeños que sean, para acercarse a ellos.
Ojalá todos consigamos, de una forma u otra, encontrar ese propósito que nos impulsa, que nos hace más felices, más plenos, y que hace más felices y plenos a los demás. Al final ésta es la fórmula perfecta de realización: disfrutar de lo que haces y aportar valor a otras personas con tu trabajo.