Vamos a ser sinceros con nosotros mismos. Hay algo que nos pueda dar sentido que hemos estado poniendo a un lado. Hay algo que hemos estado intentando hacer por una larga temporada.
Quizás tu quieras aprender a tocar la guitarra o empezar tu propio negocio que siempre has soñado, o escribir un libro que te está rondando la cabeza. O incluso has pensado en empezar un blog, o prepararse para correr una maratón o hacer ejercicio a diario. Si es así, ¿a qué estás esperando? Si lo sigues dejando para el próximo día, mañana nunca llegará. ¿Entonces, en lugar de, cuando será hoy un buen día para empezar a hacer algo? Mira las cosas que haces a diario.
A lo largo de nuestra ajetreada y bulliciosa rutina diaria, que tareas banales y tediosas comen la mayoría de nuestro tiempo: ¿Consultando el correo electrónico? ¿Viendo las vidas de los demás en Facebook y poniendo fotos nuestras para enseñar que tenemos algo que hacer? ¿Viendo la televisión?
Cualquier cosa que contestes estas son tus verdaderas prioridades. Te das cuenta, muchas veces decimos que nuestras prioridades son gran actividades como pasar tiempo con la familia, o haciendo ejercicio o dedicando tiempo suficiente en ese gran proyecto que tienes en mente. Pero excepto que estemos poniendo estos objetivos por delante de lo demas, y convirtiéndolos en parte de tu rutina diaria, no son nuestras prioridades actuales.
Nuestras prioridades son lo que hacemos cada día, las pequeñas tareas que nos permiten avanzar. Estas esfuerzos son tus obligaciones/prioridades. Todo los demás es simplemente un debería.
Vamos a usar por un momento algo analógico (en el actual mundo digital): Coge un lápiz y un trozo de papel, y después escribe las cosas importantes que querías hacer y has ido dejando. Pon como título de esta lista “algún día”.
- ¿Ponerse en forma?
- ¿Aprender a tocar la guitarra?
- ¿Viajar alrededor del mundo?
- ¿Escribir un libro?
- ¿Aprender malabares?
- ¿Aprender otro idioma?
- ¿Ayudar en una ONG?
- ¿Comenzar un negocio?
Ahora en la otra cara del papel, escribe todas las actividades que te han mantenido ocupado durante las últimas 24 horas y titularlo como “hoy”:
- Comprando
- Viendo el correo electrónico
- Pasando el tiempo en facebook, pinterest….
- Sentado en el tráfico
- Trabajando hasta tarde en el trabajo
- Comprobando inútiles apps
- Viendo pasivamente una pantalla brillante
Por supuesto algunas cosas de la segunda lista son necesarias o incluso urgentes. Pero solo porque algunas cosas son urgentes no significan que sean importantes; de hecho las cosas urgentes que no lo son son el enemigo del progreso.
Para la mayoría de nosotros, algún día es la única palabra más peligrosa que pronunciamos: Nos proporciona una ilusión de una futura posibilidad sin tener que enfocarnos en eso que es importante hoy. Sólo imagina por un instante, como de diferente sería tu vida si cambiaras el título de lo que has escrito antes: ¿que pasaría si giraras la página y algún día ocurre hoy? O peor, ¿que pasaría si esperas?. Dentro de unos años a partir de ahora podrías seguir sentado esperando que algún día llegue algún día.
Hazlo tu mismo y hazlo ahora.