Buenos días, Bichitos.
No sé porqué, últimamente escucho muchas sirenas y muchos helicópteros dando vueltas por el campus universitario. Desde un tiempo a esta parte, escuchar sirenas de policías hace que se me pongan los pelos de puntas, y realmente a veces temo que entren en la facultades... De igual modo, no puedo evitar mirar hacia las ventanas para ver si esos helicópteros son también de la policía o no.
¿En qué momento a una joven de diecinueve años le da miedo que la policía, ese organismo que está para proteger al ciudadano, merodeé por la zona en la que ella está?
Un gran cúmulo de cosas. Realmente la policía parece ser lo único que el Gobierno no quiere que esté al servicio de la Sociedad, ya sabéis, ese famoso lema de "la educación al servicio de la sociedad" y todas esas cosas que se pusieron famosas con el Plan Bolonia, la Lomce y la reciente Estrategia Universitaria.
Institución, por denominarlo de alguna manera, que cada día que pasa tiene las manos más manchadas de sangre. Que no es lo mismo que tener las manos sucias. En absoluto. Quien tiene las manos sucias no ha tenido más remedio. La policía... Bueno, la policía siempre pudo haber obrado de otra manera mucho más... ética.
Lo cierto es que vivimos en un mundo en el que tememos a esas personas que, supuestamente, nos deben de proteger. Es como si temiéramos al médico que nos tiene que curar al profesor que nos tiene que enseñar. Tememos a esas personas que nos tienen que garantizar nuestra seguridad. Y eso es algo que a la larga puede traer consecuencias. La, otra, famosa frase "El miedo cambiará de bando" se puede adjudicar a esto perfectamente.
Pero mientras tanto, tened cuidado si escucháis alguna sirena de policía.