Su artículo es vacío, aburrido, ya no sabe qué criticar. Realiza un panorama de la concentración, las distintas agrupaciones que concentraron en Congreso para acompañar a Cristina. Pero no hay ni una punta para que el lector gorila diga indignado, "son todos pagos, son todos vagos, negros de mierda y etc". De hecho, destaca al principio algo que para ella es una verdadera curiosidad, tanto que lo tiene que asumir:
(...) "Los integrantes (de UOCRA) recibían una botella de agua desde la caja de un camión: no gaseosa ni choripán".¿Qué significa esta observación? ¿es negativa o positiva? ¿Quiso decir que ahora "la caja" no alcanza para darles ni un vino?"Toda la simbología desplegada: Nestornauta, San Martín, Malvinas. Los vendedores, en sus rectángulos montados sobre caballetes, ofrecían prendedores alusivos. Uno, especialmente, representa el deseo: Cristina con coronita y la inscripción "Cristina Reina". Poco Perón y Evita".La mención no es inocente: como no existía ninguna consigna sobre la "perpetuación en el poder" de Cristina por parte de las organizaciones, Sarlo recurre a un prendedor que ofrecían a 10$ los vendedores. Lo que ella dice de "representar el deseo" en realidad es algo que produjo un avido vendedor que claramente se tiene que separar de un militante. Luego, lo que dice de "Poco Perón y Evita" resulta falso: tanto desde lo que ofrecian los vendedores, como desde las consignas y las banderas. Sarlo lo pone solo para quitarle entidad a los movilizados con respecto al peronismo. En realidad, a ella le causa repulsión tanto el peronismo como el kirchnerismo, que al fin y al cabo es lo mismo, es una continuidad histórica, que Sarlo no quiere asociar, prefiere bastardear al kirchnerismo que le está dando batalla aunque Beatriz ya esté gagá."Lo ha sido siempre para el justicialismo, que lo cultiva con plata y con organización. No sólo con dinero, ni sólo con militancia. Por eso necesita ocupar el Estado. Sin Estado, se produce el éxodo de intendentes y jefes. Sin plata, el territorio se deshace. La Presidenta sabe que sus ambiciones fundacionales necesitan al Estado y, por eso, el modelo indica seguir ocupándolo".Otra mención estúpida, cuyo análisis es tan berreta que tranquilamente ya está para posicionarse como candidata del PRO. Recurre a la idea de que el kirchnerismo "se apropia" del Estado, y se vuelve dependiente para su construccion del modelo. Pero eso es evidente, solo que Sarlo tiene una visíón naif del Estado, pues sea gobierno que fuese, no importa su tinte ideológico, todos necesitan del Estado para la construcción o no de sus objetivos. Sarlo lo afirma como si fuera una barbaridad, una usurpación, ¿acaso Macri no hace lo mismo? Sarlo, quien fuera en su momento una brillante intelectual, hoy peca de un gorilismo vacío-hueco pues en el fondo sigue sin comprender al peronismo, y como tal tampoco al kirchnerismo. Tiene la misma idea que tuvieron los de la Fusiladora: pensaban que el peronismo sólo se sostenía gracias al aparato del Estado, que los peronistas no eran sujetos racionales y que sólo acompañaban al "Tirano" por la "caja". Caído Perón, todo volvería a la normalidad y el Estado volvería a estar ocupado por los de siempre: esta es la realidad que no reconoce o, peor, oculta el pensamiento de Sarlo. El Estado siempre va a ser necesario tanto para el kirchnerismo como para cualquier proyecto antagónico. La diferencia está en los negros de siempre que acompañan a los procesos populares y que tanto horrorizan a estos gorilas como doña Rosa SarloRevista Diario
Cuándo ya no se sabe qué criticar, a Sarlo sólo le queda esta pobre reseña...
Por Julianotal @mundopario
"Aunque existen muchos trastornos y síndromes asociados o similares, lo que dificulta una definición precisa, los especialistas concuerdan en que la demencia senil se inicia después de los 65 años de edad. La ansiedad, las ideas paranoides, el aislamiento social, el estrés y los rasgos obsesivos pueden ser síntomas de este tipo de demencia."Pobre Sarlo, llegó al límite de no saber de qué indignarse. Seguramente, el diario La Nazión le pidió escribir una nota crítica, afilada, contra el discurso de CFK y todo lo relacionado a ello. Pero Sarlo está cansada, se la nota que hasta las ideas paranoides se ahuecaron y padece una suerte de gorilismo senil, próximo a acercarse al cuadro de Mariano Grondona.