El próximo domingo, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer, una jornada de reconocimiento de los logros históricos de las mujeres en la lucha por reivindicar sus derechos y conseguir la igualdad con los hombres.
A juzgar por los premios y reconocimientos literarios, puede interpretarse que el ámbito de las letras no ha sido una excepción en el trato desigual de hombres y mujeres, ya que la mayoría de las grandes figuras literarias pertenecen al género masculino.
La lista de galardonados del Premio Nobel de Literatura, que celebró su primera edición en el año 1901, es en cierta manera un reflejo de la infravaloración o falta de paridad en el reconocimiento de las mujeres, también en el ámbito de las letras. Así, encontramos que de los 111 escritores premiados con el máximo galardón literario, tan sólo 13 son mujeres. La primera de ellas, la maestra sueca Selma Lagerlöf, fue galardonada en el año 1909 «En reconocimiento al elevado idealismo, la vívida imaginación y la percepción espiritual que caracterizan sus escritos».
Tan sólo una escritora en lengua española, la poetisa chilena Gabriela Mistral, ha logrado formar parte de la selecta lista de ganadores del Premio Nobel de Literatura «Por su poesía lírica que, inspirada por poderosas emociones, ha hecho de su nombre un símbolo de las aspiraciones idealistas de todo el mundo latinoamericano».
Afortunadamente, la tendencia ha ido cambiando en los últimos años: mientras que en los primeros noventa años de celebración del premio, solamente hubo seis mujeres premiadas, en los últimos veinte años fueron siete. La frecuencia parece por lo tanto normalizarse, ya que cada vez es mayor el número de mujeres entre las figuras literarias a nivel mundial. Esperemos que esta creciente paridad en el mundo literario siga también aumentando en todos los ámbitos y en todos los países…