Cuatro Ciénegas es un valle perdido en el desierto de Chihuahua que tiene como 300 pozas de agua de colores. Emergió del mar hace muchos millones de años, cuando la corteza terrestre se dividió, el valle quedó aislado por las diversas montañas que lo rodean y en la laguna comenzó una forma de vida muy singular que es un tesoro invaluable para la humanidad.
En Cuatro Ciénegas es posible encontrar especies animales y vegetales endémicas que tuvieron un proceso evolutivo como el que encontró Charles Darwin en las islas Galápagos. Se trata de una zona con alta densidad de especies endémicas, esto es, especies que solo pueden ser encontradas ahí y en ningún otro lugar del planeta. Esto es especialmente notorio en las especies acuáticas que no existen en ninguna otra parte del mundo. Hay algunos peces y animales característicos de lagunas, tortugas que parecen marinas, pero sobre todo hay estromatolitos, que alimentan a estos peces y caracoles como en el principio de la vida. Los estromatolitos, sin alardear, ¡fueron los organismos que inventaron la fotosíntesis! y sí, se encuentran en ese recinto natural.
El agua de Cuatro Ciénegas le daba de beber a las criaturas más antiguas que han existido, muchas de las cuales, no conocemos. Ellas transformaron el planeta tierra en un planeta habitable. Cuando ellas surgieron en el Arqueano, hace 3 mil 800 millones de años, la atmósfera era irrespirable, era de CO2. El CO2, dióxido de carbono, es con lo que te puedes suicidar, si quieres; y el mar, es ácido sulfúrico. Estas pequeñas criaturitas, que sobrevivieron para contarnos la historia de Cuatro Ciénegas, cambiaron primero la atmósfera a una atmósfera de oxígeno que ahora respiramos, es decir, fotosintetizaron por primera vez en la historia del planeta. Luego precipitaron una gran glaciación, que se le llamó ‘la bola de nieve 2’, que le dio agua fresca con fósforo y oxígeno a las primeras algas, aquellas que descubrió la eminente científica Lynn Margulis y gracias a eso estamos aquí, porque esas pequeñas bacterias que hacen los estromatolitos en Cuatro Ciénegas cambiaron el destino del planeta. A ellas les debemos no sólo la civilización sino el estar vivos. Las formas de vida aquí son tan extremas y tan antiguas, que incluso la NASA ha hecho estudios aquí para estudiar posible vida en Marte.
Pero no todo es miel sobre hojuelas. La doctora Valeria Souza Saldivar, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM, ha dedicado sus estudios a Cuatro Ciénegas. En un estudio que realizó en Octubre de este año en una de la zona de Churince, la Doctora relata en un escenario donde los peces habían muerto por falta de agua y las tortugas habían rasguñado la tierra antes de morir, “Lo que más me dolió fueron los rasguños de las tortugas marinas buscando el agua que ya no hay. Las patitas de los coyotes y de los mapaches las encontraron agotadas y se las despacharon cuando ya habían muerto de agotamiento buscando el agua. Los estromatolitos estaban totalmente muertos. Es un crimen, un ecocidio. Lo que me tiene más rabiosa es que se pudo haber evitado, dimos la alarma a tiempo y el gobierno que en teoría iba a actuar, no hizo nada porque le dio la tarea a un inepto: José Luis Luege Tamargo, el comisionado del agua” Este hombre ha vendido el agua de esta zona a empresas lecheras, como Nestlé, Lala y Alpura, quienes la usan para regar cultivos de forraje y alimentar vacas en una zona donde el agua no debería usarse para cultivos.
“Solo cinco años nos tomó asesinar Churince y ahora queremos salvar los dos tercios del valle que aún pueden rescatarse si se actúa rápidamente y se para la extracción del acuífero con un decreto presidencial de ‘¡Salven esto!”
“Es inconcebible que se pierda la riqueza de Cuatro Ciénegas por la apatía y la soberbia de individuos como Luege Tamargo instalados en el poder que no tienen la menor idea de la riqueza científica del valle y restan importancia a lo mejor por intereses inconfesables. Si lo que los políticos buscan es popularidad y la simpatía de la gente, que lo consigan a través de un trabajo dirigido al bienestar de la población mexicana y no enfocado a sus intereses personales.
No todo está perdido, se espera crearse un laboratorio en esa zona que ayude a su conservación y protección, en la que los pobladores de la región se beneficiarían de las investigaciones. Como ciudadanos podemos ayudar informándonos, informando y evitar consumir productos que contribuyan a esta devastación. Como estudiantes, considero que debemos informarnos y contribuir al estudio de esta zona. No solo en el ámbito científico, sino como conocedores de los ecosistemas naturales, buscar tener una voz en la toma de decisiones de los recursos naturales del país.
Les dejo un video de la Doctora Souza explicando la importancia de Cuatro Ciénegas :)
Revista Ciencia
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